películas
La librería

La librería

The Bookshop

Contenidos: ---

 

Reseña: 

 

Ambientada en una tranquila ciudad inglesa de los años 50, The Bookshop cuenta la historia de Florence Green, una mujer alegre y resueltamente decidida a llevar a cabo el sueño que ella y su fallecido marido concibieron desde que se conocieron: abrir una librería en Hardborourgh, un tranquilo pueblo inglés, alejado de las revoluciones sociales y sexuales que tenían lugar en los lejanos grandes centros urbanos.

Para ello, con el apoyo de Christine, la niña a la que ha contratado como ayudante, decide rehabilitar una vieja y emblemática casa del pueblo, lo que agitará los sentimientos soterrados de la gente. Entre otros, el de la controladora y vengativa Mrs. Violet Gamart, una decana social de la localidad que se sentirá celosamente ofendida por los cambios que el proyecto de nuestra heroína representa.

Florence entablará una singular relación con el solitario Mr. Brundish, quien se convierte en el más fiel lector de los libros que Florence trae al pueblo, entre otros “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, y la escandalosa novela “Lolita”, de Vladimir Nabokov, cuya venta en la librería provoca un enorme revuelo entre la gente del pueblo.

Una encantadora película, adaptación de la novela homónima de Penelope Fitzgerald, que habla de modo tremendamente original y desde una óptica femenina del amor por los libros. Aunque el planteamiento puede ser un poco naif, y el final algo brusco, la película de Coixet funciona en líneas generales como fábula sobre las dificultades para integrarse en una comunidad cerrada que excluye a los que no se pliegan a ciertos modos de funcionar.

El guion está salpicado de pequeños ganchos para lectores, ese tipo de cuestiones que cualquier amante de la literatura ha experimentado: la necesidad de encontrarse a gusto en la librería de referencia, la fascinación que produce un hallazgo literario, el placer de tener paladar lector, de amar a Ray Bradbury y detestar a las hermanas Brontë.

Sin embargo, Coixet desaprovecha tontamente algunas ocasiones en las que deja al espectador con la miel en los labios: ha creado el momento para que ocurra algo que finalmente no ocurre y, simplemente, se desvanece. A la trama le falta clímax y le sobra metraje. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ