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La vergüenza

La vergüenza

La vergüenza
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2009
  • Dirección: David Planell
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Reseña:

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Dirección: David Planell
Intérpretes: Natalia Mateo, Alberto San Juan, Marta Aledo, Norma Martínez, Esther Ortega, Brandon Lastra.
Guión: David Planell
Música: Christopher Slaski
Fotografía: Charly Planell
Distribuye en Cine: Avalon
Duración: 107 min.
Género: Drama

Adoptar no es fácil 

    Debut como director de David Planell, bregado en el mundo del guión gracias a su contribución a series televisivas como Hospital Central y El comisario, y que ha sido coguionista de las dos últimas películas de Gracia Querejeta, Héctor y Siete mesas de billar francés. Aunque tiene cuatro cortos en su haber, se nota que el punto fuerte de Planell son las historias y el manejo de las palabras, y de hecho La vergüenza podía ser perfectamente una obra de teatro. 

    La película sigue las vicisitudes de Lucía y Pepe, un joven matrimonio bien situado y con sensibilidad social, que no pueden tener hijos. De modo que han adoptado a un niño peruano, Manu, afrontando con valentía el hecho de que es un chico problemático, que ya ha estado antes con otras dos familias sin éxito. 

    El caso es que, durante la primera fase en que tienen a Manu en régimen de acogida, resulta muy difícil hacerse con él, sólo se entiende con la mandadera, que es también peruana. De modo que piensan seriamente en tirar la toalla, hablar con la asistenta social y devolver al crío. 

    Planell articula bien su historia, y aborda temas de entidad. No se conforma con pintar únicamente el choque entre niño y padres adoptivos, sino que describe las peculiaridades de la niñera, la crispación de la vida moderna, los prejuicios, la dificultad de la comunicación, la maternidad, lo difícil de afrontar los trámites de adopción, donde surgen preguntas sobre las cuestiones más íntimas. 

    Y al fondo está la vergúenza del título, ese miedo al ridículo, el deseo de quedar bien, tan hispano, y que puede malograr todo tipo de metas y relaciones. 

    Como se ha dicho, pesa un tanto el predominio de la palabra sobre la imagen, y el hecho de que prácticamente casi toda la narración transcurre en interiores, aunque el director ha pergeñado algunas metáforas visuales -las tuberías atascadas por las que no circula el agua, los peces que deben nadar en un espacio mayor que el de una pecera...-, que se esfuerzan en acentuar el carácter fílmico de la propuesta. 

    Dentro de que estamos ante un drama, que quiere ser un toque de atención al espectador, hay muchos momentos para el humor, el desquiciamiento de los personajes despierta la sonrisa. El reparto está muy bien, sobresaliendo Alberto San Juan, al que acompañan bien Natalia Mateo y Norma Martínez. 

    Las carencias de la puesta en escena, excusables al tratarse de una opera prima, se compensan con un guión inteligente y una mirada de largo alcance sobre la paternidad, el matrimonio, la autenticidad, la soledad y la madurez. (Decine21 / La Gaceta JJM / Almudí)