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Les doy un año

Les doy un año

I give it a year
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2015
  • Dirección: Dan Mazer

Contenidos: Imágenes (varias X), Diálogos (frecuentes D)

Dirección y guion: Dan Mazer. País: Reino UnidoAño: 2013. Duración: 97 min. Género: Comedia románticaInterpretación: Rose Byrne(Nat), Rafe Spall (Josh), Anna Faris (Chloe), Simon Baker (Guy),Minnie Driver (Naomi), Stephen Merchant (Danny), Jason Flemyng (Hugh). Producción: Tim Bevan, Eric Fellner y Kris Thykier.Música: Ilan Eshkeri. Fotografía: Ben Davis. Montaje: Tony Cranstoun. Diseño de producción: Simon Elliott. Vestuario:  Charlotte Walter. Distribuidora: TripicturesEstreno en Reino Unido: 8 Febrero 2013.Estreno en España: 12 Septiembre 2014. 

Reseña:

Polos opuestos

   Nat y Josh se conocieron en una fiesta y acabaron liados. Poco tiempo después se casan, pero sus diferencias son tan abismales que hasta sus más allegados no les dan más que un año de matrimonio. Efectivamente, muy pronto ambos van a descubrir que son como el día y la noche, y otras dos personas se van a encargar de confirmarlo: Guy, un empresario norteamericano que contrata a Nat para llevar la imagen corporativa de su empresa; y Chloe, la mejor amiga de Josh.

    Qué difícil es guardar el equilibrio. Esta película es una prueba de su dificultad y de lo fácil que es caer en el exceso, tanto en la forma como en meollo del film. Les doy un año lleva la etiqueta de estar producida por el mismo equipo de Love ActuallyNotting Hill o El diario de Bridget Jones. Pero, claro, el guionista y director Dan Mazer no es Richard Curtis, artífice de todos esos éxitos citados previamente. El toque Curtis es precisamente el de mantener el equilibrio entre lo serio y la comedia tronchante, entre lo romántico y lo sexualmente grosero. Es de los pocos que lo ha logrado e incluso a él se le va a veces de las manos.

   En el caso que nos ocupa, Dan Mazer (productor de BoratBrüno y otras lindezas) se pasa dos pueblos en los chistes, generalmente muy groseros, y tampoco logra conmover o emocionar con el sesgo romántico, porque apenas lo hay. En realidad el planteamiento es tan superficial como delirante y las situaciones creadas no son verosímiles (si es que pretendían serlo), hasta llegar al paroxismo del ridículo en la escena final. 

   No todo es negativo gracias a una notable labor actoral y a algunos gags eficaces. Las chicas son las que mejor están, comenzando por una convincente Rose Byrne, pasando por una muy taimadita Anna Faris y terminando con una secundaria de lujo, Minnie Driver, que regala dos de las mejores escenas, una divertidísima (en el juego de las películas) y otra muy romántica. No tan logrados resultan los actores masculinos. Rafe Spall hace demasiadas payasadas y no acierta a hacer su personaje cercano, mientras que Simon Baker se aleja de su humorístico Patrick Jane de El mentalista y al final su personaje resulta demasiado soso. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS