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Llévame a la Luna
Destacada

Llévame a la Luna

Un plan parfait.
  • Público apropiado: Jóvenes-adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Pascal Chaumeil
Contenidos: Imágenes (algunas S), Diálogos (varios D)

Dirección: Pascal Chaumeil.
País: Francia. Año: 2012. Duración: 104 min. Género: Comedia romántica. Interpretación: Diane Kruger (Isabelle), Danny Boon (Jean-Yves), Alice Pol, Robert Plagnol, Jonathan Cohen. Guion: Laurent Zeitoun y Yoann Gromb; con la colaboración de Béatrice Fournera, basado en un argumento de Philippe Mechelen. Producción: Nicolas Duval-Adassovsky, Laurent Zeitoun y Yann Zenou. Música: Klaus Badelt. Fotografía: Glynn Speeckaert. Montaje: Dorian Rigal-Ansous. Diseño de producción: Hervé Gallet. Distribuidora: A Contracorriente Films. Estreno en Francia: 31 Octubre 2012. Estreno en España: 19 Julio 2013

Reseña:

   El director Pascal Chaumeil, que debutó con una comedia romántica “Los seductores”, afronta ahora su segundo largometraje aprovechando el tirón del famoso cómico Dany Boon, aclamado por sus brillantes trabajos en “Bienvenidos al Norte”, “Nada que declarar” o “Micmacs”. Como guionista y productor ha contado con Laurent Zeitoun, productor de la exitosa “Intocable”. Para completar un producto resultón le han dado el papel protagonista a la alemana Diane Kruger, una de las actrices más valoradas del momento.

   El argumento se centra en Isabelle (Diane Kruger), una mujer que tras diez años de noviazgo quiere casarse y tener hijos. Pero hay un problema. Sobre las mujeres de su familia pesa una maldición: sólo el segundo matrimonio dura para toda la vida. Para dar esquinazo a esa maldición, decide buscar a alguien al azar con quien casarse y divorciarse rápidamente, y luego casarse con su querido novio Pierre (Robert Plagnol). En un viaje conoce a Jean-Yves (Dany Boon), un redactor de guías de viajes, que le parece lo suficientemente tonto como para caer en su trampa.
La película es una comedia de enredo, de tono bastante clásico, y que cuenta con una producción bastante costosa, ambientada en diversas partes del mundo, desde la profunda África negra hasta la fría Rusia. Detrás del encadenamiento de disparates que nos brinda el guion, se propone el valor del amor para toda la vida, y se critica el uso de las personas como medio y no como fin. El tono es bastante blanco, fresco, y a menudo hilarante. A pesar de no ser tan redonda como otras comedias francesas recientes, el resultado es muy grato y positivo.(Cope/ Pantalla 90 J. O.)

   Se agradece que, a pesar de la aparente frivolidad que rodea al argumento, se haga un elogio a la fidelidad en el matrimonio y se pinte el divorcio como lo que es: un fracaso que es bueno evitar… casi de cualquier forma.