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Los miserables, el musical
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Los miserables, el musical

Les misérables
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Tom Hooper
Contenidos: Imágenes (algunas V, X)

Dirección: Tom Hooper. País: Reino Unido. Año: 2012. Duración: 158 min. Género: Drama, musical, romance. Interpretación: Hugh Jackman (Jean Valjean), Russell Crowe (inspector Javert), Anne Hathaway (Fantine), Amanda Seyfried (Cosette), Helena Bonham Carter (Madame Thénardier), Eddie Redmayne (Marius), Aaron Tveit (Enjolras), Sacha Baron Cohen (Thénardier), Samantha Barks (Éponine), Daniel Huttlestone (Gavroche). Guion: William Nicholson, Alain Boublil, Claude-Michel Schönberg y Herbert Kretzmer; basado en el musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg; a su vez basado en la novela de Victor Hugo. Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Debra Hayward y Cameron Mackintosh. Música: Claude-Michel Schönberg. Fotografía: Danny Cohen. Montaje: Chris Dickens y Melanie Ann Oliver. Diseño de producción: Eve Stewart. Vestuario: Paco Delgado. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en Reino Unido: 11 Enero 2013. Estreno en España: 25 Diciembre 2012.

Reseña:

Siempre hay esperanza

   Año 1815. Jean Valjean cumple condena de trabajos forzados por robar una hogaza de pan, bajo los vigilantes ojos del estricto inspector de policía Javert. Obtenida la libertad condicional, desespera porque nadie le da trabajo cuando se conoce que es un ex convicto. Pero su vida da un vuelco cuando redescubre el amor y la compasión gracias al obispo que le acogió en su casa, a quien robó su cubertería, y que descarta denunciarle asegurando que el botín fue un regalo. Valjean iniciará una nueva existencia bajo otra identidad, pero a lo largo de los años Javert se cruzará en varias ocasiones decisivas de su vida, poniendo en peligro todo lo logrado. Pese a todo siempre optará por intentar hacer lo correcto, lo que supone entre otras cosas ayudar a su ex empleada Fantine, obligada a prostituirse, y que tiene una hijita, Cosette. Mientras, en las calles de París, entre los miserables, cada vez se extiende más el anhelo de la libertad frente a la tiranía y la injusticia social.

   “Los miserables” de Victor Hugo ha sido repetidamente adaptada al cine, además de convertirse en maravilloso musical de Alain Boublil, Claude-Michel Schönberg y Herbert Kretzmer, el más representado hasta la fecha en los escenarios. Tom Hooper (ganador del Oscar por El discurso del rey) acomete el desafío de versionar para el cine musical, con un guión donde a los autores originales se suma William Nicholson, que dio muestra de sensibilidad con historias tan humanas como la de Tierras de penumbra. Él y Hooper consiguen dar a la película aliento cinematográfico, no tiene el espectador la sensación de que las canciones se encadenen abruptamente saltando de un escenario o año a otros, y los diálogos no cantados se han reducido para este fin al mínimo.

   En la película Los miserables, el musical, Hooper añade un arriesgado tono épico, apostando por un marco abrumador en el que se desarrolla la acción, como subrayando más la universalidad y grandeza de lo narrado, eso no es simplemente una pequeña historia en el devenir de la humanidad. Y deslumbra con escenarios como el lugar de los trabajos forzados de Valjean, un muelle sacudido por la tormenta, el paisaje por el que vaga ya en libertad, o los marcos de la capilla donde hace su plegaria, del París sediento de libertad, o el que marca el destino de Javert. También es muy hábil el montaje, sobre todo en el momento climático que une diversos temas musicales y a casi todos los personajes. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS

    Para bien y para mal, esta versión de “Los miserables” es extremadamente fiel al musical de Schönberg, Boublil y Natel. Para mal, pues su estructura narrativa es más teatral que cinematográfica y, por tanto, mucho más episódica e irregular que la que sustenta a la mayoría de las películas. En este sentido, el filme de Tom Hooper no tiene la continuidad ni la progresión dramática de la excelente versión de la novela de Víctor Hugo que rodó el danés Bille August en 1998, con Liam Neeson, Geoffrey Rush, Uma Thurman, Claire Danes y Hans Matheson como protagonistas. Además, la reducción al mínimo de los diálogos no cantados hará costosa la visión de la película a los espectadores poco acostumbrados al musical, sobre si todo si sólo se estrena —como sucede en España— en versión original subtitulada de las letras en inglés de Herbert Kretzmer. Finalmente, aunque Tom Hooper se esfuerza y consigue pasajes de gran vigor visual —como el prólogo y el epílogo—, a menudo —sobre todo en las secuencias de masas— su puesta en escena no logra sacar todo el partido posible a los elogiables esfuerzos de ambientación, fotografía y vestuario.

   De todas formas, el resultado general es más que notable gracias a unas interpretaciones sensacionales, en las que todo el reparto demuestra sus dotes cantoras —sobre todo Anne Hathaway, Amanda Seyfried y Eddie Redmayne—, haciendo brillar así la altísima belleza y la vibrante fuerza emocional de la partitura original, sencillamente apabullante en temas como “At the End of the Day”, “I Dreamed a Dream”, “Who Am I?”, “ABC Cafe/Red and Black”, “A Heart Full of Love”, “One Day More”, “On My Own”, “Bring Him Home” o “Finale”. Además, al igual que el musical original, la película ofrece una elogiosa visión de la Iglesia católica, la fe, la esperanza y la caridad cristianas, el valor de la oración a Dios, la lucha por la libertad y la capacidad redentora del amor, más nítida y emotiva, incluso, que la que daba la citada película de Bille August. Queda así un impresionante espectáculo audiovisual, a ratos arduo y de intensidad irregular, mejor en sus intensos pasajes melodramáticos y épicos que en sus grotescos interludios cómicos, pero de alta calidad estética y antropológica.(La Cope J. J. M.)