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Mamá está en la peluquería
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Mamá está en la peluquería

Maman est chez le coiffeur
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2011
  • Dirección: Léa Pool

Contenidos: S (35:03-36:21; 62:30-62:48; 66:47-68:52)

Reseña:

Año de producción: 2008
País: Canadá
Dirección: Léa Pool
Intérpretes: Marianne Fortier, Élie Dupuis, Hugo St-Onge-Paquin, Laurent Lucas, Céline Bonnier, Gabriel Arcand, Benjamin Chouinard, Antoine Desrochers
Guión: Isabelle Hébert
Música: Laurent Eyquem
Fotografía: Daniel Jobin
Distribuye en Cine: Festival Films
Duración: 97 min.
Género: Drama

Lo que se rompe cuando se rompe


   La directora habla de las separaciones matrimoniales con enorme inteligencia y sensibilidad, mostrando de forma honesta cómo las víctimas más frágiles, casi siempre inocentes -es el caso de la película-, son los hijos. La cinta arranca con el comienzo de las vacaciones. Son los años 60, y los tres hijos de un matrimonio, Élise, Carl y Benoît, entre 16 y 10 años, se disponen a disfrutar de los días estivales. Parecen una familia feliz, las primeras escenas de la película así permiten presumirlo.

   Pero cuando ahondamos un poco, vemos que algo no funciona en el matrimonio. Él la rehuye a ella en la cama, y al final se descubre el 'pastel', el marido le engañaba. Ella lo toma por la tremenda, pide en el periódico donde trabaja un puesto en Londres y se va. Deja ahí a los chicos, y el padre no sabe manejar la situación. No entiende a sus hijos, no habla con ellos, escamotea las explicaciones de la repentina marcha materna.

  Surge en los chavales el sufrimiento, el sentido de culpa, la búsqueda de afecto. Sorprendentemente, Élise encuentra una suerte de figura paterna en el señor Mosca, un tipo con fama de raro, sordomudo, que vende cebos para la pesca. Sí, los raros resultan ser más normales que los presuntamente normales.

   Pool subraya que el hogar roto que describe no es el único de su entorno. Los amigos de los tres chicos afrontan cuadros familiares no tan diferentes. Son conmovedores los niños, sobre todo la hermana mayor, y el pequeño, callado, inquisitivo, diferente, hasta el punto de que su padre cree que debe ser algo retrasado. Se trata de una buena película, contenida, con apuntes humorísticos oxigenantes, que hace un gran esfuerzo para huir de la sensiblería; y es una necesaria llamada de atención a los padres que todo lo 'arreglan' rompiendo, sin pensar en todo lo que rompen (Almudí JD / Decine21) LEER
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