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Moscati: El médico de los pobres
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Moscati: El médico de los pobres

Giuseppe Moscati: L'amore che guarisce
  • Público apropiado: Todos-jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2013
  • Dirección: Giacomo Campiotti
Contenidos: ---

Dirección: Giacomo Campiotti. País: Italia. Año: 2007. Duración: 124 min. Género: Biopic, drama. Interpretación: Giuseppe Fiorello (Giuseppe Moscati), Kasia Smutniak (Elena), Ettore Bassi (Giorgio), Carmine Borrino (Umberto), Paola Casella (Cloe), Giorgio Colangeli (De Lillo), Marco Gambino, Emanuela Grimalda. Guion: Giacomo Campiotti, Fabio Campus, Carlotta Ercolino, Gloria Malatesta y Claudia Sbarigia. Producción: Sergio Giussani y Giorgio Schottler. Música: Goffredo Gibellini. Fotografía: Gino Sgreba. Montaje: Roberto Missiroli. Diseño de producción: Cosimo Gomez. Vestuario: Marina Roberti. Distribuidora: European Dreams Factory. Estreno en Italia: 26 Septiembre 2007 (TV). Estreno en España: 18 Enero 2013.

Reseña:

Vocación de servicio

    Producción televisiva concebida para la RAI, en la línea de otros filmes hagiográficos de la compañía italiana como Bakhita (en torno a la santa sudanesa Giuseppina Bakhita). Dirige Moscati Giacomo Campiotti, autor de otro de estos títulos, Prefiero el paraíso (sobre San Felipe Neri). Tiene el acierto de divulgar la vida de una figura menos conocida fuera de Italia, Giuseppe Moscati, que fue canonizado por Juan Pablo II en fechas relativamente recientes, el 25 de octubre de 1987, o sea, hace 25 años.

   El film arranca a principios del siglo XX, cuando Moscati acaba de licenciarse en Medicina con calificaciones brillantes. Junto a su inseparable amigo, Giorgio Piromallo, se presenta a las pruebas para ser contratado en el Hospital de Incurables de Nápoles. Mientras que Piromallo mantiene una relación con una mujer de mala reputación a la que deja embarazada, Moscati se siente atraído por Elena, una joven aristócrata. Pero el brillante y joven doctor se replanteará el amor que siente por ella cuando se da cuenta de los beneficios de su dedicación al cuidado de numerosísimos enfermos sin recursos, a los que ayuda a pagar las medicinas...

   Como cabe esperar si se conocen los precedentes, Moscati tiene una factura digna a pesar de un presupuesto claramente ajustado. Campiotti ha escogido muy bien al elenco, encabezado por Beppe Fiorello (Terraferma), que transmite muy bien la ilusión por su trabajo del personaje central. Con un tono amable, se centra en los sacrificios personales de Giuseppe Moscati y en su extremada vocación de servicio a los demás. La versión de Moscati estrenada en cines en España ha sido convenientemente recortada, pues la original dura 200 minutos (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS

   Giuseppe Moscati fue el séptimo de nueve hijos de una familia ilustre, y canalizó su pasión por la medicina hacia los más desfavorecidos, trabajando en el Hospital de Incurables de Nápoles tras licenciarse en 1903. Renunció al matrimonio para vivir consagrado a su labor social y profesional. Además, se implicó personalmente con las víctimas del Vesubio de 1906 y como médico de guerra en la Primera Guerra Mundial. Pero no sólo dedicó sus energías al ejercicio de la caridad, sino que además publicó importantes investigaciones desde el punto de vista científico. Murió a los cuarenta y seis años, y fue beatificado por Pablo VI.

   Fiel a su formato de miniserie, la película tiene una estructura episódica, pero muy bien llevada desde el punto dramático y narrativo. Como ocurre en los ejemplos antes citados, no se debe esperar un rigor científico en la exposición histórica de los hechos, pues el medio no lo permite; pero sí que se nos ofrece un fiel retrato humano de este santo, de su forma de vida, de sus opciones y vicisitudes. Campiotti es coherente con su estilo clásico, con una brillante dirección de actores y una presencia discreta de la cámara, que sin embargo acompaña a los personajes en cada momento.

   En torno a los episodios de la vida de Moscati, la película de Campiotti también habla de la relación entre fe y razón, del valor de la amistad, de la lealtad y el respeto, amén de las citadas actitudes cristianas de la entrega y el sacrificio por los demás, o el agradecimiento a Dios. Desde luego, se trata de una película nada mojigata, que puede interesar a cualquiera que le apasione la aventura de ser hombre. J. O. (“Alfa y Omega”).