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Mujeres de El Cairo

Mujeres de El Cairo

Ehky ya Scheherazade
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2010
  • Dirección: Yousry Nasrallah

Contenidos: Imágenes (algunas V), Imágenes (algunas S)

Reseña:

Año de producción: 2009

País: Egipto

Dirección: Yousry Nasrallah

Intérpretes: Mona Zaki, Mahmoud Hemida, Hassan El Raddad, Nahed El Sebaï, Sawsan Badr, Menha Batraoui, Rehab El Gamal, Hussien El Imam

Guión: Wahid Hamid

Música: Tamer Karawan

Fotografía: Samir Bahzan

Distribuye en Cine: Golem

Duración: 134 min.

Género: Drama

Feminismo oriental
Tosco cine prehistórico, salpicado de pretensiones en el manejo de la cámara y en la puesta en escena.

          El Cairo en la actualidad.  Hebba y Karim están casados y son periodistas de éxito, jóvenes, ricos y apuestos. Hebba es la presentadora de un popular programa de debates políticos en televisión y su tenacidad antigubernamental pone en peligro la promoción que desea su marido. Él la presiona y ella acaba prometiéndole que levantará el pie del acelerador. Decide ocuparse de historias femeninas.

          El éxito es inmediato. Hebba cautiva a millones de espectadores con hechos reales, llenos de sorpresas, de violencia, de giros inesperados, desde los barrios pobres de El Cairo hasta la alta burguesía, implicando de paso a miembros del Gobierno, en un torbellino sensual y de inventiva novelada.  Pero ¿dónde acaba la política y dónde empieza la cuestión de la condición femenina? Hebba no tarda en descubrir un terreno minado a base de abusos, engaños religiosos, sexuales y políticos. De entrevistadora, Hebba pasará a ser el tema de una historia.

          La cinta es un alegato abiertamente feminista, donde se cargan las tintas contra los varones hasta extremos insospechados, para denunciar las condiciones de inferioridad en que se encuentran las mujeres en los países islámicos, incluidos los teóricamente más abiertos. Probablemente esto es lo que más llama la atención del film: que no haya ningún personaje masculino medianamente presentable; lo cual no quiere decir que las mujeres sean perfectas, pues muestran a veces una postura acomodaticia, o se convierten en manipuladoras taimadas que buscan únicamente su propia supervivencia.

Nasrallah dirige con cierto aplomo, lo que incluye algunos planos secuencia de gran elegancia. Pero quizá su intención de denuncia y sus deseos de mostrar cierta desinhibición en el tratamiento de lo sexual -dentro de ciertos cánones de pudor en lo visual- resultan demasiado evidentes, lo que perjudica las intenciones didácticas de concienciar a una sociedad de costumbres discutibles, pero muy arraigadas. La intención de la película es loable pero no justifica un culebrón de más de dos horas (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS


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