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Qué extraño llamarse Federico
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Qué extraño llamarse Federico

Che strano chiamarsi Federico

Contenidos: Imágenes (algunas S-)

Dirección: Ettore Scola Guión: Ettore Scola, Paola Scola, Silvia Scola Fotografía: Luciano Tovoli Montaje: Raimondo Crociani Música: Andrea Guerra Intérpretes: Federico Fellini, Vittorio Viviani, Sergio Rubini, Antonella Attili, Tommaso Lazotti, Giacomo Lazotti, Sergio Pierattini

Reseña: 

Con motivo de los veinte años de su desaparición, Qué extraño llamarse Federico retrata el increíble recorrido del fantástico director italiano Federico Fellini y, en especial, la gran historia de amistad que compartió con Ettore Scola, su compatriota cineasta, once años menor que él.

Tras diez años de ausencia en el panorama cinematográfico, el director de La cena o Splendor vuelve a colocarse detrás de la cámara para evocar a quien fue a la vez su mentor y su amigo, y cuya trayectoria se entremezcló a menudo con la suya, desde sus inicios en la revista Marc Aurelio hasta su consagración mundial como cineastas, pasando por su amistad común con Marcello Mastroianni.

Para realizar esta película homenaje, Ettore Scola hace uso de una estética fuerte y atípica, puesto que su obra está a caballo entre el cine documental, ya que presenta una gran cantidad de material de archivo, y el cine de reconstitución casi experimental (con los nietos de Scola interpretando el papel de dos cineastas en su juventud). Aclamada en la Mostra de Venecia de 2013, Qué extraño llamarse Federico cuenta, de la manera más hermosa e ingeniosa, la vida y la extraordinaria carrera de una leyenda del cine, Federico Fellini.

Siempre mediante la dramatización con actores, Scola cuenta que siguió los pasos de su predecesor al reconvertirse en guionista cinematográfico. Ambos estuvieron estrechamente relacionados, cenaban con algún otro compañero o se dedicaban a recoger a peculiares desconocidos de las calles para llevarles a su casa, y así tener la opción de que éstos les relataran sus vidas. El espectador que asiste a la proyección de Che Strano chiamarse Federico tiene la sensación de estar charlando distendidamente con Scola mientras éste se prodiga en el relato de entrañables anécdotas del pasado.

Se incluyen a lo largo de la narración fotografías, secuencias de películas y algunos fragmentos de grabaciones de enorme valor sentimental.  Scola, con elegancia, provoca el deseo de ver -o volver a ver- el cine de Federico.(Almudi JD) (Decine21: AQUÍ)