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Submarine
Destacada

Submarine

Submarine
  • Público apropiado: Jóvenes-adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2012
  • Dirección: Richard Ayoade
Contenidos: Imágenes (algunas S)

Dirección: Richard Ayoade. Países: Reino Unido y USA. Año: 2010. Duración: 97 min. Género: Comedia dramática, romance. Interpretación: Craig Roberts (Oliver Tate), Yasmin Paige (Jordana), Noah Taylor (Lloyd), Paddy Considine (Graham), Sally Hawkins (Jill). Guion: Richard Ayoade; basado en la novela de Joe Dunthorne. Producción: Andy Stebbing. Música: Andrew Hewitt. Fotografía: Erik Alexander Wilson. Montaje: Chris Dickens y Nick Fenton. Diseño de producción: Gary Williamson. Vestuario: Charlotte Walter. Distribuidora: Versus Entertainment. Estreno en Reino Unido: 18 Marzo 2011. Estreno en España: 31 Octubre 2012.

Reseña:

Vida de este chico

   «Mi nombre en Oliver Tate. Supongo que puede parecer pedante pero a veces desearía que una cámara siguiera cada paso que doy como si fuese un documental de un influyente pensador que lucha y acaba perdiendo atrozmente. He intentado fumar en pipa, lanzar monedas y escuchar canciones de desamor en francés, pero nada de esto funcionó, hasta que Jordana se cruzó en mi vida». Oliver Tate es un chico de 15 años, de gran imaginación y pocos amigos. Se siente atraído por una compañera de clase, Jordana, que en su desparpajo no parece sentir absolutamente nada por él. Además los padres de Oliver, Lloyd y Jill, llevan tiempo distanciados, de modo que la convivencia familiar se hace cada vez más extraña, más gris, y Oliver teme que su madre acabe abandonándolos por un antiguo amor del instituto.

   Submarine supone el debut en el largometraje de ficción de Richard Ayoade (1977), con material procedente de una novela de Joe Dunthorne. El resultado es bastante alentador, una de esas “rara avis” llamadas a convertirse en film de culto para los amantes del cine independiente. Ayoade logra encandilar al espectador con una historia la mar de sencilla, pero cuyos estrambóticos personajes son tremendamente atractivos, por lo enormemente curioso e hilarante de sus vidas. Muchos son los momentos delirantes que ofrece esta familia, todo contado con un tono cómico-dramático que funciona gracias a ese aire de historia desequilibrada, de moderno cuento familiar, de carácter decididamente optimista.

   Mucho tiene de formal Submarine. Ayoade se las arregla para ofrecer este material mediante una narrativa fragmentada, muy imaginativa, con una puesta en escena realista, verosímil. El punto fuerte es que se apoya precisamente en la desbordante imaginación de su protagonista para hacer avanzar la trama entre lo hechos reales y lo que ocurre en la compulsiva mente de Oliver. Submarine encuentra también su acomodo dentro de esos filmes que recogen imágenes sin diálogos, que ofrecen bellos insertos de contemplación, bajo el embrujo de las canciones y punteos de guitarra de Alex Turner, líder de los Arctic Monkeys.(Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS

   La singular personalidad de los dos chavales protagonistas de esta historia, así como la mirada surrealista con que miran a los demás personajes, limita un poco el alcance de esta adaptación de la novela de Joe Dunthorne, primer largo de ficción tras la cámara del inglés Richard Ayoade, conocido hasta ahora como actor cómico, documentalista, cortometrajista y realizador televisivo. Es decir, no todo el público se reirá y se conmoverá con este cuento delirante, de tono tragicómico —aunque finalmente optimista— y claramente inspirado en el peculiar cine de Wes Anderson. Pero, en realidad, “Submarine” afronta de un modo certero el drama de la ruptura familiar y la tragedia de la infancia desatendida, al tiempo que elogia el cariño familiar y la responsabilidad en las relaciones sentimentales. Todo ello, con una sugerente estética, entre hiperrealista y onírica, un tono fresco y desenfadado, y un sugerente envoltorio musical a través de la partitura de Andrew Hewitt y de las bellas canciones de Alex Turner, el líder de los Arctic Monkeys, que ilustran muy bien los pasajes más contemplativos. (Cope J. J. M.)