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Tabú

Tabú

Tabu
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2013
Contenidos: Imágenes (varias V, X), Ideas (adulterio F)

Dirección: Miguel Gomes. Países: Portugal, Alemania, Brasil y Francia. Año: 2012. Duración: 110 min. Género: Drama, romance. Interpretación: Teresa Madruga, Laura Soveral, Ana Moreira, Carlotto Cotta, Isabel Cardoso, Henrique Espírito Santo, Ivo Müller, Manuel Mesquita. Guion: Mariana Ricardo y Miguel Gomes. Producción: Sandro Aguilar y Luis Urbano. Música: Antonio Lopes, Miguel Martins y Vasco Pimentel. Fotografía: Rui Poças. Montaje: Telmo Churro y Miguel Gomes. Dirección artística: Bruno Duarte. Vestuario: Silvia Grabowski. Distribuidora: Abordar – Casa de Películas. Estreno en Portugal: 5 Abril 2012. Estreno en España: 18 Enero 2013.

Reseña:

Solas

   Lisboa, entre el final de 2010 y el inicio de 2011. Ya madura, cinéfila y católica convencida, Pilar (Teresa Madruga) vive sola, pero sale de vez en cuando con el desencantado Mário (Manuel Mesquita) y dedica mucho tiempo a diversas causas sociales y al cuidado de su vecina Aurora (Laura Soveral), una anciana ludópata y algo demente. Ésta vive con la callada y paciente Santa (Isabel Cardoso), su negra criada de Cabo Verde, contratada por la hija de Aurora, residente en Canadá. Tras la muerte de la vieja dama, Pilar y Santa descubren su turbulenta juventud en Mozambique, cuando Aurora regentaba con su marido (Ivo Müller) una granja junto al monte Tabú. Allí, embarazada de su primer hijo, la mujer vivió una tórrida relación adúltera con el buscavidas Gian Luca Ventura (Carloto Cotta)

   Este premiado melodrama del portugués Miguel Gomes (“A cara que mereces”, “Aquele querido mes de agosto”) está filmado íntegramente en formato 4:3 y en blanco y negro, y carece de diálogos en su parte africana, en la que sólo un tenue sonido ambiente acompaña a la permanente voz en off de un narrador. La película quiere ser un homenaje a “Tabú”, el clásico de 1931, dirigido por el alemán F.W. Murnau, con pasajes del estadounidense Robert J. Flaherty. Pero, en realidad, se trata de un culebrón pesado e irritante, cuya supuesta fuerza dramática, poética y evocadora se diluye en una visión confusa del sincero catolicismo de Pilar, en un regodeo cansino en la aventura sexual de Aurora —aderezada con una explícita secuencia de cama— y en unas opciones narrativas y estéticas que alejan al espectador de la historia. Además, así como su planificación tiene personalidad, las interpretaciones —a pesar de los esfuerzos de sus prestigiosos actores— fluctúan entre la excesiva estolidez de la primera parte —titulada “Paraíso perdido”— y el artificioso histrionismo de la segunda, que se inicia con el rótulo “Paraíso”. No parecen justificables los numerosos galardones que ha recibido esta película, de vuelo muy corto en su triste inmersión en la vacía soledad de los personajes y en su incapacidad de controlar sus instintos más básicos. (Cope J. J. M.)