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Teniente corrupto

Teniente corrupto

Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans
Contenidos V (varias imágenes) X (frecuentes imágenes) D (varios diálogos) F (nihilismo, drogas, erotismo, inmoralidad. el fin justifica los medios)

Reseña

Año de producción: 2009
País: EE.UU.
Dirección: Werner Herzog
Intérpretes: Nicolas Cage, Val Kilmer, Eva Mendes, Jennifer Coolidge, Brad Dourif, Fairuza Balk, Shawn Hatosy, Denzel Whitaker
Argumento: Abel Ferrara (película "Teniente corrupto")
Guión: William M. Finkelstein
Música: Mark Isham
Fotografía: Peter Zeitlinger
Distribuye en Cine: Wide Pictures
Duración: 121 min.
Género: Drama, Policiaco

Descenso a los infiernos 

    Terence McDonagh, detective de homicidios del Departamento de Policía de Nueva Orleans, salva a una persona de morir ahogada durante el huracán Katrina, pero se lastima gravemente la espalda. Este acto heroico hace que sea ascendido a teniente. 

    Un año más tarde, tras un tratamiento por medicación para el dolor, es devuelto al servicio activo, pero se ha convertido en un adicto al Vicodin y a la cocaína. Cuando una familia de inmigrantes africanos aparece masacrada, sus jefes están convencidos de que él es el tipo idóneo para encabezar la investigación. 

    Durante esta, el teniente Terence no dudará en utilizar su cargo para conseguir droga o sexo a cambio de favores. “Teniente corrupto” es el remake  film de Abel Ferrara.

    Mucha sordidez, nihilismo en abundancia y pocos momentos de brillantez real es lo que ofrece esta actualización de la película de culto de Abel Ferrara. Aquí, el protagonista se convierte en un personaje impresentable: le sobornan, se convierte en adicto a las drogas y al sexo..La cinta se hace cargante por su nihilismo desbordante (Almudí JD-AC)

    Herzog es un gran director, y sabe imprimir a la narración un tono oscuro, acorde con la degradación moral del protagonista -un Nicolas Cage irregular, que en algunas escenas cede al histrionismo-, que desea hacer justicia aunque se mueve en una dudosa heterodoxia -el fin justifica los medios, o así-, y que se engaña lamentablemente con sus adicciones. 

    En cuanto a los temas de culpa y redención, que tanto interesaban a Ferrara, aquí están más diluidos, casi se mira con ironía todo eso en el desenlace, un cúmulo de circunstancias coincidentes con el que Herzog parece reírse un poco del tema, como si al final el film fuera para él únicamente un simple ejercicio (Decine21).

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