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Tierra prometida.
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Tierra prometida.

Promised land
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2013
  • Dirección: Gus Van Sant.
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Dirección: Gus Van Sant. País: USA. Año: 2013. Género: Drama. Interpretación: Matt Damon (Steve Butler), John Krasinski (Dustin Noble), Frances McDormand (Sue Thomason), Rosemarie DeWitt (Alice), Scoot McNairy (Jeff Dennon), Titus Welliver (Rob), Hal Holbrook (Frank Yates). Guion: Matt Damon y John Krasinski; basado en un argumento de Dave Eggers. Producción: Matt Damon, John Krasinski y Chris Moore. Música: Danny Elfman. Fotografía: Linus Sandgren. Montaje: Billy Rich. Diseño de producción: Daniel B. Clancy. Vestuario: Juliet Polcsa. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en España: 19 Abril 2013.

Reseña:

   El siempre interesante, variado y necesariamente irregular cineasta Gus van Sant (“El indomable Will Hunting”, “Descubriendo a Forrester”, “Elephant”) retoma a uno de sus actores preferidos, Matt Damon, para protagonizar y escribir esta película junto al también actor y guionista John Krasinski, que encarna al antagonista del filme. El guion, basado en un argumento de Dave Eggers, se centra en el viaje que dos empleados de la empresa Global Cross, Steve (Matt Damon) y Sue (Frances McDormand), realizan a Pennsylvania con el fin de comprar fincas a los granjeros para hacer explotaciones de gas natural. A una primera buena recepción por parte del pueblo, dado el dinero que ofrecen, sigue un revés cuando el profesor de Física de la Escuela, Frank (Hal Holbrook) y un ecologista ambulante, Dustin (John Krasinski), alertan a los lugareños de los terribles efectos secundarios de dicha explotación para la salubridad del lugar.

   La película tiene muchos elementos a su favor, desde el elenco actoral, hasta el oficio de Gus van Sant a la hora de poner en escena situaciones humanas complejas. Y aunque todo es más que correcto, el resultado final sabe a poco, quizá porque el propio guion está muy lastrado por una denuncia típica a la política de las grandes corporaciones. De hecho, lo más interesante no está en la trama principal, probablemente ideológica, sino en las pequeñas relaciones que se van desgranando a lo largo del metraje y que son su carne y lo realmente valioso. Sin los grandes actores del reparto, difícilmente este filme hubiera levantado el vuelo. Como retrato de la América profunda no está mal, y como reivindicación de la honestidad personal y profesional, tampoco. (Cope J. O.)