películas
Un toque de violencia

Un toque de violencia

Tian zhu ding
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: Jia Zhang-ke

Contenidos: Imágenes (frecuentes V+, algunas S)

Dirección y guion: Jia Zhang-ke. Países: China y JapónAño: 2013.Duración: 133 min. Género: DramaInterpretación: Wu Jiang (Dahai), Li Meng (Lainrong), Luo Lanshan (Xiaohui), Wang Baoqiang (Zhousan), Zhang Jiayi, Tao Zhao (Xiaoyu). Producción: Shozo Ichiyama. Música: Lim Giong. Fotografía: Yu Lik-wai.Montaje: Lin Xudong y Matthieu Laclau. Dirección artística: Liu Weixin. Distribuidora:GolemEstreno en España: 25 Julio 2014.

Reseña:

   Un minero indignado se rebela contra la corrupción imperante en su pueblo. Un emigrante que vuelve a casa para Año Nuevo descubre las infinitas posibilidades de un arma de fuego. La guapa recepcionista de una sauna llega al límite cuando un cliente rico la agrede. Un joven obrero va de trabajo en trabajo intentando mejorar su vida. Cuatro personas, cuatro provincias. Un demoledor retrato de la China actual, un gigante económico erosionado lentamente por la violencia.

   Más o menos con esas palabras se presenta oficialmente esta tremenda película del prestigioso cineasta chino Jia Zhang Ke (“Naturaleza muerta”, “Historias de Shanghai”), basada en hechos reales, galardonada con el Premio al mejor guion en el Festival de Cannes 2013 y cuyo título original debería traducirse como “Un toque de pecado”. 

   No es menor este cambio de enfoque, pues tras la explosiva y sangrienta violencia de muchas escenas —siempre muy bien rodadas y montadas— se oculta una honesta constatación de las devastadoras consecuencias de la falta de unos claros referentes morales y religiosos. Como decía Fiódor Dostoyevski en “Los hermanos Karamazov” —a través del personaje de Iván—, “si Dios no existe, todo está permitido”. También resulta lúcida y certera la dura crítica de Jia Zhang Ke al deshumanizador neocapitalismo —insolidario, hedonista y consumista—, en el que se está transformando el supuesto comunismo chino.

   Es una pena que Jia Zhang Ke no ofrezca a cambio ninguna propuesta optimista y que cargue tanto la mano en la recreación de la violencia, pues limita mucho el público potencial de esta interesante película, que interpela al espectador y le obliga a plantearse preguntas muy incómodas sobre su propia vida. (Cope J. J. M.) (Decine 21 / Almudí JD) LEER MÁS