Varios cientos de voluntarios repartieron mantas, té caliente y galletas
AGENCIAS
Los peregrinos, esta noche en la
Avenida de la Conciliación. (Foto: REUTERS)
ROMA.- La decisión de no permitir desde las 22.00 horas de ayer que se sumen más fieles a la cola para despedir al Papa, para que ésta no se desbordara, ha despejado ligeramente los alrededores del Vaticano. Aún así cientos de miles de personas han pasado la noche en las largas filas ante la Basíl...
Varios cientos de voluntarios repartieron mantas, té caliente y galletas
AGENCIAS
Los peregrinos, esta noche en la
Avenida de la Conciliación. (Foto: REUTERS)
ROMA.- La decisión de no permitir desde las 22.00 horas de ayer que se sumen más fieles a la cola para despedir al Papa, para que ésta no se desbordara, ha despejado ligeramente los alrededores del Vaticano. Aún así cientos de miles de personas han pasado la noche en las largas filas ante la Basílica de San Pedro, mientras se ultiman los preparativos para el funeral, que tendrá lugar el viernes. Bush también ha estado en la capilla.
Durante la noche, la procesión de fieles avanzó a ritmo lento -en algunos momentos se tardaba una hora en recorrer 10 metros-, y estuvo detenida desde las 02.00 hasta las 04.30 de la madrugada, cuando la Basílica cerró por labores de mantenimiento.
Para aligerar la espera, varios cientos de voluntarios repartieron mantas, té caliente y galletas entre quienes han pasado la noche en las colas, mientras los servicios de emergencia llevaron a cabo varias intervenciones, la mayoría por casos de lipotimia o agotamiento.
Con las primeras luces del alba la zona de la Vía de la Conciliación, que une Roma con el Vaticano, seguía tomada por una marea de peregrinos, aunque las zonas colindantes aparecían menos congestionadas que la víspera.
A los fieles se ha sumado el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que visitaba la capilla ardiente inmediatamente después de aterrizar esta noche en Roma procedente de Washington. Bush estuvo acompañado por su padre, el ex presidente George H.W. Bush y el también ex mandatario Bill Clinton. Una vez en la capilla ardiente, los tres rezaron arrodillados a pocos metros del fallecido Pontífice. La esposa de Bush, Laura, y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, también estuvieron presentes, las dos con velos negros.
Los fieles duermen durante la espera. (Foto: REUTERS)
Está previsto que la capilla ardiente del Papa cierre sus puertas hoy a las 22.00 horas, antes de que se celebre el funeral el viernes, a las 10.00 horas, con la presencia de unos 200 dignatarios de todo el mundo.
También está previsto que hoy se dé a conocer el testamento de Juan Pablo II, que es de marcado carácter espiritual y fue escrito en varias fases desde 1979.