Drama. Jóvenes y mayores. Algún diálogo soez y algo de violencia. Denzel Washington encarna a John Q. Archibald, un trabajador honrado y de buen corazón, entregado a su familia. Su mujer, Denise, y su hijo Michael son todo su mundo. Pero cuando su hijo cae gravemente enfermo y surge la necesidad de someterle con urgencia a un transplante de corazón que el padre no puede pagar y que no está cubierto por su seguro médico, John Q. decide hacer todo lo que esté en su mano por salvar la vida de su hijo. El director apuesta fuerte en este duro alegato contra el injusto sistema sanitario estadounidense. Para ello recurre al medio del caso extremo y sumamente sentimental: el de un padre honrado dispuesto a todo por salvar la vida de su hijo. Añade además , con acierto, algunos elementos del cine de acción y en su vibrante desarrollo logra mantener la atención del espectador hasta el último suspiro. El excesivo tono melodramático se disimula con la sólida realización, las convincentes interpretaciones y el positivo tratamiento de las relaciones familiares, de la religión y de la solidaridad manifestada por los buenos amigos ante una situación de vida o muerte. Película aceptable y entretenida.