Director: Richard Loncraine. Guión: Adam Brooks, Jennifer
Flackett & Mark Levin. Intérpretes: Kirsten Dunst, Paul Bettany,
Sam Neill, Jon Favreau, Austin Nichols, Nikolaj Coster-Waldau.
98 min. Contenidos: XDF
El tenista inglés Peter Colt, por debajo del número cien de
la ATP, pasa de los treinta y juega su último Wimblendon.
Por su parte, la veinteañera nortemericana Lizzie Bradbury
aspira a ganar el torneo.
En apariencia, esta película era otra comedieta romántica
más, tópica, superficial y algo soez, como las dos aventuras
fílmicas de Bridget Jones, escritas por uno de sus
guionistas. Este prejuicio se cumple en parte, pues la trama
es convencional e incluye unas cuantas concesiones groseras.
Además, la realización del inglés Richard Loncraine (Ricardo
III) es bastante rutinaria y chirría en los torpes parti-
dos de tenis, rodados casi sin vibración épica. Sin embargo,
también es verdad que el resultado es grato de ver, ofrece
numerosos gags divertidos y propone un atractivo modelo
sentimental y familiar, marcado por la responsabilidad,
la donación al otro y la maternidad como componente
esencial.
En este sentido, la película se beneficia de su descarado
parecido con Notting Hill, tanto argumental, como estructural
y de fondo. Desde luego, los guionistas de Wimbledon
no tienen el talento de Richard Curtis; el director Richard
Loncraine es bastante inferior a Roger Michell; y Kirsten
Dunst y Paul Bettany carecen del carisma de Julia Roberts
y Hugh Grant. Pero todos ellos cumplen sobradamente, y
hacen llevadera esta divertida comedia, que podría haber
sido mucho mejor con un mayor respeto a la inteligencia y
al buen gusto del espectador. Algunos D sin mayor relevancia y visión frívola del sexo. (Aceprensa / Almudí IH-FCR)