Dirección: James Foley
Intérpretes: Halle Berry, Bruce Willis, Giovanni Ribisi, Gary Dourdan, Richard Portnow, Patti D'Arbanville, Clea Lewis.
Guión: Todd Komarnicki
Música: Antonio Pinto
Fotografía: Anastas N. Michos
Distribuye en Cine: Sony
Duración: 109 min.
Género: Thriller
Secretos inconfesables
Rowena es una aguerrida periodista, que consigue un superreportaje que saca a la luz la hipocresía moral de un senador republicano, que mucho defender la familia y tal, pero en realidad lo que le va son los jovencitos becarios. Sin embargo, la chica se queda hecha trizas cuando los poderes fácticos le impiden su publicación. Tal berrinche pilla Rowena, que decide incluso dejar su periódico. Pero pronto tiene en qué ocuparse, porque una amiga de la infancia le asegura que tiene pruebas irrefutables de los insanos hábitos sexuales vía internet de Harrison Hill, un magnate de la publicidad. El caso es que la amiga es asesinada, y Rowena, secundada por su fiel ayudante Miles, va a investigar en serio el caso, empezando por conseguir trabajo en la compañía de Hill.
Muchas películas actuales de los grandes estudios se ponen en marcha alrededor de lo que lo que los ejecutivos consideran un potente concepto. En el film que nos ocupa se trata de la idea de que "todos tenemos secretos que no nos atrevemos a compartir con nadie" a no ser que estemos amparados por el anonimato que ofrecen medios como internet. Bueno, como concepto, la cosa quizá tenga su gracia; pero si alrededor de ello no hay un guión sólido y se orquesta sólo una trama simplona, sin pies ni cabeza, llena de trucos baratos, con una resolución tramposa.
Todo en el film es tópico y previsible (¿dónde está la policía en esta película?, por citar sólo una rarísima ausencia en una historia como la que nos ocupa, excepto la pirueta final; y esto último, no por méritos del guión, sino por todo lo contrario: porque no se ha ofrecido ninguna pista al respecto. James Foley sigue demostrando que lo de Glengarry Glen Rose (Éxito a cualquier precio) fue una gran película por el accidente de David Mamet y un reparto excepcional.
Halle Berry, que aparte de belleza tiene talento dramático, no sabe (o no quiere) aprovechar su Oscar por Monster?s Ball para hacer buenas películas, y se apunta a un film tonto, que explota sin rubor su sex appeal. Ella es el alma (?) del film, porque Bruce Willis es un mero comparsa, mientras que el personaje de Giovanni Ribisi están tan mal definido que uno llega a suponer inicialmente que es gay, extremo desmentido cuando detectamos su obsesión por Rowena. (decine21 / Almudi JD-AC)