Consejos para discernir las fuentes, de modo que disminuya el ruido de fondo y se comprendan mejor los eventos significativos del Pontificado y el debate que les acompaña
Son frecuentes los artículos de prensa centrados en la batalla entre el Papa Francisco y sus adversarios. A veces, los titulares alcanzan tonos épicos: “Guerra civil en el Vaticano: los conservadores luchan contra Francisco por el alma del catolicismo”, afirma The Guardian. Sin negar la existencia de controversia, un veterano corresponsal en el Vaticano aconseja algunas medidas para evitar la toxicidad de algunas posturas y fuentes referidas al Papa Francisco.
Luigi Accattoli es el decano de los “vaticanistas” italianos, primero lo fue de La Repubblica y luego, durante muchos años, del Corriere della Sera, donde todavía colabora. Hace unos días, durante una mesa redonda que yo mismo moderé en un curso de especialización, afirmó que “el mayor esfuerzo que debe hacer el corresponsal en el Vaticano es discernir entre las señales de novedad y de continuidad en la predicación y en las decisiones del Papa. Es una fatiga todavía mayor debido al conflicto interpretativo que acompaña cada día al Pontificado”.
Accattoli parte de una premisa: “todos los Papas reciben contestaciones de dentro y de fuera, de la derecha y de la izquierda. Es el peaje que la Iglesia católica paga por la pretensión −única en el planeta− de confiar a una sola persona el gobierno de una realidad mundial que agrupa a más de mil millones de bautizados”. Para los Papas reformadores, añade, la contestación se duplica. En el caso de Bergoglio, además, se triplica debido al estilo personal del Pontífice, a quien casi le gusta polemizar con sus opositores.
El informador se distrae por el ruido de fondo generado por el conflicto “entre exaltación y contestación” que acompaña a diario la narración papal y que es “más fuerte de cuanto habíamos conocido con todos los Papas del último siglo”. Ejemplos de dramatización ingenua de los antagonistas son afirmar que la renuncia de Benedicto no fue libre y, por tanto, no fue válida; que Francisco no fue elegido respetando las normas canónicas; que no es adecuado para la tarea que se le ha encomendado; que está llevado a la Iglesia a la ruina… En el lado de la exaltación ingenua de los partidarios, cita otros ejemplos: el Papa Bergoglio ha liberado a la Iglesia del síndrome de la derrota histórica; ha devuelto a los fieles al confesonario; ha conseguido una recuperación de las vocaciones; si no le obstaculizara la Curia podría hacer mucho más…
Los consejos de Accattoli para discernir las fuentes, de modo que disminuya el ruido de fondo y se comprendan mejor los eventos significativos del Pontificado y el debate que les acompaña, son:
● excluir del propio ámbito de investigación periodística a los representantes de las dos tendencias extremas antes mencionadas (sitios, blogs, etc.).
● interrogar a los testigos verdaderamente representativos de la comunidad eclesial, tanto de la curia como del pueblo y de las realidades asociativas, sin excluir aquí ninguna tendencia.
● contrastar los puntos de vista de unos y de otros.
● tratar de leer lo que el Papa dice, para evitar ser víctimas de los ecos mediáticos.