Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • «Si ya soy sacerdote, ¿cómo no soy santo?»

Noticias antiguas

«Si ya soy sacerdote, ¿cómo no soy santo?»

  • Imprimir
  • PDF
Almudi.org Espiritualidad de José María Lahiguera Conferencia de monseñor José Luis Gutiérrez sobre la espiritualidad sacerdotal de José María Lahiguera MADRID, 13 junio 2003 (VERITAS).- En el marco de la jornada sacerdotal en la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, Monseñor José Luis Gutiérrez, relator de la Congregación para las Causas de los Santos, pronunció el 11 de junio en el Seminario Conciliar de Madrid una conferencia sobre la espiritualidad sace... Almudi.org Espiritualidad de José María Lahiguera

Conferencia de monseñor José Luis Gutiérrez sobre la espiritualidad sacerdotal de José María Lahiguera

MADRID, 13 junio 2003 (VERITAS).- En el marco de la jornada sacerdotal en la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, Monseñor José Luis Gutiérrez, relator de la Congregación para las Causas de los Santos, pronunció el 11 de junio en el Seminario Conciliar de Madrid una conferencia sobre la espiritualidad sacerdotal de José María García Lahiguera, promotor de esta fiesta litúrgica, y actualmente en proceso de beatificación.

En el año en el que se celebra el centenario del nacimiento de monseñor Lahiguera, el objetivo de esta conferencia ha sido poner otra vez de actualidad la importancia de la santidad sacerdotal, a través de una breve semblanza espiritual de quien fuera su acérrimo defensor.

Basándose sobre todo en los «Apuntes espirituales» de José María Lahiguera, monseñor Gutiérrez ha dicho que «nos encontramos ante las anotaciones de un sacerdote con profunda vida interior» difícilmente penetrable.

Como dice el relator de la Congregación para las Causas de los Santos, «don José María se sabía llamado a la santidad sin medias tintas», pero para él «para ser santo no hace falta otra cosa que cumplir la voluntad de Dios».

Sobre lo qué significó el sacerdocio para monseñor Lahiguera, monseñor Gutiérrez citó sus palabras: «En virtud del sacramento del orden, instituido por Cristo, la mirada de Dios y la del llamado se fusionan: Cristo se hace él y él queda hecho otro Cristo. Cristo le da su ser, y él es Cristo entre nosotros. Cristo le da su poder, y él va a obrar con el poder de Cristo. Cristo se dio del todo, y él se entregó del todo. A nadie se elimina, pero para que quepan todos, tiene que haber uno solo, y ése ha de ser Cristo (...) No me preguntéis más qué es el sacerdocio».

Pero para monseñor Lahiguera no bastaba ser sacerdote, había que ser sacerdote santo. Monseñor Gutiérrez volvió a citar sus palabras «Si no soy santo, ¿para qué ser sacerdote? Y, si ya soy sacerdote, ¿cómo no soy santo» y estas otras: «Sacerdote santo, pronto y grande. Pronto, porque la vida es breve. Grande porque lo requiere la sublimidad del sacerdocio. Sacerdote santo, pronto y grande, porque con menos no cumplo».

Según monseñor José Luis Gutiérrez «la urgencia de promover la santidad sacerdotal queda encuadrada en el ministerio y en la vida de don José María, dentro de un horizonte sin límites, que llega a todas las almas».

«Para desarrollar esta idea, continúa el relator, hay tres jalones que manifiestan una lógica continuada: la cruzada "pro Sacerdotio"; la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdotes; el empeño del Siervo de Dios por obtener la facultad de celebrar litúrgicamente la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote».

Para don José María, tal como lo ve monseñor Gutiérrez «la santidad de los sacerdotes es el medio para promover eficazmente la santidad de todos los fieles y de la sociedad».

El prelado sintetizó la espiritualidad de monseñor Lahiguera con las cuatro notas con las que él mismo la definió «filialmente mariana, eminentemente contemplativa, esencialmente sacerdotal, divinamente trinitaria».

Sobre la alternativa entre una vocación activa o contemplativa en la vida de monseñor Lahiguera, el relator responde con sus palabras «mi espiritualidad es eminentemente, no exclusivamente contemplativa».

«La oración es fundamental, necesaria, insustituible en el apostolado, sin ella es todo pirotecnia inútil», decía monseñor Lahiguera. «Sólo el santo es verdadero apóstol», añadía.

Como en toda vida que aspira a la santidad, monseñor Gutiérrez recuerda que la vida de monseñor Lahiguera no estuvo exenta de lucha «Aparece a menudo en sus escritos la palabra conversión, el deseo de corresponder cada vez con más generosidad a la gracia que está recibiendo».

Sobre el amor de José María Lahiguera a la Eucaristía, el relator ha recordado una vez más sus palabras «La Eucaristía es mi gran devoción. Pero vivida en la intimidad cariñosa ¡Cuántos besos a la puerta del Sagrario! ¡Cuántas breves, brevísimas entradas y aun desde la puerta, para saludar a Jesús, mi Hermano, mi Amigo, mi alter ego! ¡Qué miradas ardorosas, como saetas, que se clavan en la puerta del Tabernáculo! ¡Cuánto tiempo de oración silenciosa junto al Santísimo Sacramento!».

En su espiritualidad sacerdotal, monseñor Lahiguera había añadido el voto de no perder el tiempo y el voto de ánimas, además de muchas consagraciones y ofrecimientos que, como dice monseñor Gutiérrez, lejos de convertir su vida interior en algo «complicado e incluso asfixiante» , estuvo caracterizada, como el propio monseñor Lahiguera escribió, por «la paz, la tranquilidad y la acción de gracias».

Finalmente, monseñor Gutierrez dijo que don José María Lahiguera «siguió dócilmente el impulso del Espíritu Santo en su alma, que nunca trabaja las cosas en serie, sino que realiza una obra de artesanía con cada uno».

En este sentido, el relator recordó como con frecuencia monseñor Lahiguera se refería al Espíritu Santo como «el Director Espiritual de su alma».

ZS03061313

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad