Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • Y Dios se hizo hombre

Y Dios se hizo hombre

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Daniel Tirapu
Publicado: 21 Enero 2016

Tengo algunos amigos, a mí me pasa también, que ante la muerte de un ser querido quedan paralizados, sin ánimo, destrozados, y se enfadan con Dios

Me animo a animarles con este resumen de fe cristiana, para que lo hablen con Dios.

Dios creó el mundo; lo visible y lo invisible. Algunos ángeles se rebelaron y se hicieron espíritus del mal. Los hombres y las mujeres pecamos y quedamos heridos, vulnerados, débiles, enfermos.

Tanto amó Dios a los hombres que se hizo uno de ellos, igual en todo menos en el pecado. Para nacer de un vientre de mujer; para llorar, reír, jugar, comer, aprender a andar, hablar, amar, trabajar, rezar, leer, obedecer.

Conocer la miseria de hace 2000 años, las lepras, las viudas con hijos jóvenes muertos, ciegos, sordos, paralíticos, jefes egoístas, maestros falsos, pastores de pedrada y tente tieso, prostitutas y amigos de la noche, adúlteras, discípulos que pretenden sentarse a derecha o izquierda, envidiosos, bocazas, cortos de espíritu y de miras; amigos que se mueren y llorar por ellos a gusto, mujeres fieles, nobles, pobres, ladrones.

Y no sólo eso. Se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, por nuestros pecados, por mis pecados: conocer el miedo, la angustia, la soledad, el escarnio, el insulto, el maltrato físico, la tortura, el juicio injusto, las náuseas, la fatiga, los clavos, las zancadillas, los empujones, la desnudez, la exposición a la turba... todo se ha consumado, como para que nadie pudiese decir "no sabes lo que es esto"; sí lo sé y lo que es morir.

Y al tercer día resucitó, para siempre, de entre los muertos, para que nosotros resucitemos también. Ese es el Dios de los cristianos.

Daniel Tirapu, en religionconfidencial.com.

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
  • El problema de la prohibición en la ética
    Roberto Gutiérrez Laboy
  • Legalidad y legitimidad
    Luis Legaz Lacambra
  • Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana
    Bernardo Estrada
  • Aprender a amar: amor y libertad
    Teresa Cid
  • Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo
    Ignacio Andereggen
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad