Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • Redención

Redención

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Pedro López
Publicado: 14 Mayo 2016

Es necesario regresar a nuestras raíces; unas raíces que están en el cristianismo predicado por la Iglesia Católica

Recientemente asistí a una charla sobre fecundación in vitro. En el transcurso del diálogo posterior, salieron a relucir aspectos significativos acerca de la carencia de raíces; de los bebés que nacen ya huérfanos de padre por decisión libre, no por un acaecimiento sobrevenido; y de lo que supone la ausencia del modelo masculino, de cómo afecta a los niños y niñas.

Al día siguiente, leí en Levante-EMV el artículo de José Luis Villacañas sobre American crime, una serie norteamericana que me es desconocida. En él, hacía un lúcido diagnóstico de la situación actual y de lo que viene. En todos los personajes, afirmaba, late la corrupción −no hay trigo limpio, nadie se salva− y en el rostro de los protagonistas está marcada la desdicha, el desconsuelo y la venganza. Llevan en la frente la sentencia de una condena ab aeterno; como Prometeo, encadenado a vivir eternamente: por el día su hígado −sus entrañas, donde reside el espíritu− es devorado por las águilas; y por la noche, la víscera se regenera, porque es inmortal. Villacañas realiza un análisis fino, afilado y nos interpela con una pregunta capital: ¿dónde encontraremos una pena que nos purifique lo suficiente como para librarnos de ulteriores culpas? La cuestión queda abierta, no resuelta.

La liberación de la culpa y de la condena subsiguiente no puede residir en mí, ni en la sociedad. No es posible, como atestigua a diario la propia conciencia (que no puede negar que lo que fue, no haya sucedido); y la historia, con un revisionismo continuo, como en la novela 1984 de Orwell. Y tomando el hilo del comienzo, es necesario regresar a nuestras raíces. Unas raíces que están en el cristianismo predicado por la Iglesia Católica. Hemos abjurado y vilipendiado lo único que puede constituir nuestro consuelo y devolvernos la hermosura de un rostro apesadumbrado. Hemos querido liberarnos, por nuestras pistolas, de toda culpa, autorredimirnos. Y nos hemos encontrado en un callejón sin salida: con la culpa y la pena corroyéndonos las entrañas.

Una pena y una culpa insuperables, que nos aherrojan de por vida a un sufrimiento insufrible. Hemos jugado a ser Dios y hemos perdido la partida: hay que volver a la casilla de comienzo; y reconocer humildemente que nosotros mismos, porque quisimos, fuimos al abismo: matamos al padre. No nos queda más que regresar a ese Dios, que no es del todo omnipotente, y menos al pairo de nuestros caprichos, porque es amante; y su amor le ha hecho vulnerable. En su naturaleza divina es inmutable, no puede decaer; pero se ha hecho hombre, y entonces su naturaleza humana ha decaído. No vale cualquier dios, porque es necesario que sea como yo, que me entienda; y que tenga la omnipotencia de la misericordia para poder salvarme.

Pedro López, en levante-emv.com.

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad