Un documento de gran valor, en un momento relajado del Papa Angelo Roncalli
Primero hace una “pequeña confidencia”: cada vez que llega el tercer misterio gozoso del Rosario (el Nacimiento del Hijo de Dios), «se lo ofrezco por todos los niños que han nacido en las últimas veinticuatro horas».
Y luego añade una consideración sobre su propia tarea como Sumo Pontífice: «Es importante, para quien se encuentra en mi lugar, saber callar... y saber hablar. Hablar con mesura, hablar con garbo, hablar con respeto a todos los demás».
Y añade que, puesto que el Papa representa a Jesucristo, su tarea no se circunscribe a los católicos, sino a todos los hombres.
Fuente: religionenlibertad.com.
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