Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • La revolución de los besos: la fidelidad

La revolución de los besos: la fidelidad

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Iván López Casanova
Publicado: 15 Diciembre 2016

En tiempos en que tantas parejas se rompen hay mucho riesgo de que se generalice la negación de la posibilidad de ser fiel

Un diálogo de Milan Kundera de su libro La broma vale por un tratado filosófico de mil páginas: “Si es usted tan escéptico, ¿no ha puesto nunca en duda que las ilusiones de las que se ríe sean solo ilusiones? ¿Qué ocurriría si se equivocase? ¿Si se tratara de valores [reales] y usted fuera un destructor de valores?”. Así, para empezar, cuestiona la frágil seguridad del escéptico, precisamente por la debilidad de su propio relativismo. Pero no se queda ahí, y continúa afirmando que “un valor vulnerado y una ilusión desenmascarada” se parecen mucho, “y no hay nada más fácil que confundirlos”.

Y esta afirmación es genial. Porque viene a explicar que cuando alguien confía en un valor y queda defraudado −por ejemplo, confió en la fidelidad de su pareja y esa ilusión se quebró−, es muy posible que en lugar de reconocer el fracaso −o alguna parte de culpa−, se niegue la existencia del valor de la fidelidad: es absurdo confiar en el amor para toda la vida, es una idea anticuada, es un sueño infantil. O sea, que se confunda el valor vulnerado −la fidelidad− con el desenmascaramiento de su inexistencia, confirmando la afirmación de Kundera.

Quiere decir esto que en tiempos en que tantas parejas se rompen −sin jamás juzgar a nadie, esto lo primero y por delante− hay mucho riesgo de que se generalice la negación de la posibilidad de ser fiel. Pero resulta que la idea que se tenga sobre la fidelidad, a su vez, influye mucho sobre la propia relación afectiva: ¡qué distintas resultan las crisis para las pareja que en su fondo insobornable −la expresión tan bella de Ortega y Gasset− piensan que su relación es para siempre y meditan mil modos para solucionar los problemas, de los conflictos en la vida sentimental para las personas que empiezan a cuestionar la continuidad de su relación!

Porque la duda mina la relación amorosa, la enrarece, la distorsiona. Y la conduce a un círculo vicioso: a quien tiene dudas se le percibe distante y se le trata, por ello, con menor cercanía, con menor sencillez, de modo más cerebral −menos espontáneo− para no equivocar la palabra o la conducta, y no ampliar esa distancia que se percibe; pero ese trato menos directo y, de algún modo, menos sincero, agranda y refuerza la incertidumbre de la otra persona, con lo que el círculo de la duda se amplía hasta terminar en desamor, a veces ya irrecuperable.

“Solamente si alguna vez amaste / con uñas y con dientes / sin red / sin salvavidas / aciertes a entender el vértigo insondable / que se extiende a los pies del desengaño”, reza el poema de Raquel Lanseros que titula “La mujer herida”. ¿No les parece una expresión profundísima del dolor humano escondido tras la ruptura de una relación que se esperaba fiel?

Pero Lanseros no confunde los valores, y además de plasmar maravillosamente el desgarro de la traición, también sabe cantar la poderosa fuerza del amor fiel. Y en el poema “Propósito de la enmienda”, cuyo título por sí solo ya habla de perdón, de lucha por mejorar, deja escrito:

“A veces me visita −ciego ahínco− / el monstruo de los celos, la pereza, / la gula o el azote de la culpa. // De toda falta humana, yo me acuso. // Si alguna vez te hiere por ejemplo / mi torpeza, mi miedo o mi desidia, / perdóname, amor mío // Que más preciada empresa no concibo / que deshojar mi vida mereciéndote”.

El amor se acompaña de sentimientos, pero se forja con una voluntad firme. Por eso, me parece que hace falta una auténtica revolución de los besos. Y es ésta, la de la persona que hace todo lo que puede por construir un amor para toda la vida: no todo depende de ella, claro, pero ella es siempre fiel.

Iván López Casanova
Cirujano General. Máster en Educación Familiar y en Bioética
Escritor:
Pensadoras del siglo XX y El sillón de Pensar

Fuente: forofamilia.org.

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad