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Perdida

Perdida

Gone girl
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2015

Contenidos: Imágenes (varias V. X),  Ideas (obscena morbosidad, pesimismo desolador F)

Dirección: David Fincher. País: USA. Año: 2014. Duración: 149 min. Género:DramathrillerInterpretación: Ben Affleck (Nick Dunne),Rosamund Pike (Amy Dunne), Neil Patrick Harris (Desi), Tyler Perry(Tanner Bolt), Carrie Coon (Margo Dunne), Kim Dickens (detective Rhonda Boney), Patrick Fugit (detective Jim Gilpin), Emily Ratajkowski (Andie), Missi Pyle (Ellen), Casey Wilson (Noelle).Guion: Gillian Flynn; basado en su novela. Producción: Arnon Milchan, Joshua Donen, Cean Chaffin Reese WitherspoonMúsica: Trent Reznor yAtticus Ross.  Fotografía: Jeff Cronenweth. Montaje: Kirk Baxter. Diseño de producción: Donald Graham Burt. Vestuario: Trish Summerville. Distribuidora: Hispano FoxfilmEstreno en España: 10 Octubre 2014.

Reseña:

El gran carnaval

   Amy, la esposa de Nick, ha desaparecido el día en que ambos celebraban su quinto aniversario de boda en North Carnage, Misuri. Un decir, lo de celebrar, pues aunque se casaron enamorados, la relación se había deteriorado en gran medida. Algunas pistas sospechosamente dispuestas sugieren a la policía que Nick ha tenido que ver algo en el asunto. De modo que la desmesurada atención al caso de la opinión pública a través de los medios, le convierte inmediatamente en culpable, aunque la realidad es muy diferente.

   David Fincher ha abordado el thriller con diversas ópticas, el de un juicio al declive moral de la sociedad en Seven, concebido como un juego en The Game, con mirada objetiva y desapasionada en Zodiac. Aquí se encuentra más cerca de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres, por su mirada nihilista a los personajes, donde nadie es inocente, y porque vuelve a insistir en la carga sexual morbosa que exhibía en ese film. 

   También coincide con ese título en que adapta un best-seller de éxito que promete nuevas entregas, debido a Gillian Flynn, quien también firma el guión. Está claro que la trama es medianamente entretenida, tiene los giros suficientes para sorprender al espectador y mantenerle pegado a la butaca, y está bien respaldada por el poderío visual del director y su capacidad de crear una atmósfera envolvente.

    En su cínica mirada al matrimonio, que pone en valor el dicho de que "hay amores que matan", el film recuerda a ratos a Atracción fatal, también por algunos pasajes exagerados, casi de guiñol, y por el morbo que recorre la trama. Lo cierto es que resulta muy pobre la mirada que se ofrece a lo que debería ser una relación de pareja comprometida y los obstáculos que pueden dar al traste con ella. Los actores se esfuerzan, y sin duda a Ben Affleck le va bien hacer de tipo normal en apuros, pero Rosamund Pike en más de un momento parece un tanto pasada de rosca. Mientras que otros secundarios se pegan demasiado al estereotipo caricaturesco, como el policía que nunca duda o la presentadora televisiva.

   El otro gran tema que atraviesa la trama es la del gran circo mediático que se organiza en torno a la desaparición, donde se ponen en la picota los "reality-shows" y en general cualquier programa televisivo donde la gente habla y habla, y por qué no, también las tertulias caseras, donde se juzgan las acciones de los demás aunque no se dispongan de datos. La cuestión permite entregar algunas escenas bien servidas por Fincher en torno a la mentira y el fingimiento, pero también se acaba cayendo en la reiteración, algo que no se entiende en un film que dura innecesariamente dos horas y media. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS