películas
Réquiem por Billy el Niño
Destacada

Réquiem por Billy el Niño

Requiem for Billy the Kid
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2007
  • Dirección: Anne Feinsilber
Año de producción: 2006
Dirección: Anne Feinsilber
Guión: Anne Feinsilber, Jean-Christophe Cavallin
Música: Dit Terzi
Fotografía: Patrick Ghiringhelli
Distribuye en Cine: Pirámide Films
Duración: 90 min.
Género: Documental, Western

Regreso al Oeste 

    Entre los grandes mitos que conserva la historia de Estados Unidos ocupa un lugar importante Billy el Niño, quizá su forajido más famoso y desde luego el más romántico, cuya existencia siguió al pie de la letra aquellas expresivas palabras: “Vive rápido, muere joven y harás un bonito cadáver”. Efectivamente, Billy el Niño –cuyo verdadero nombre era Henry McCarthy, que él cambió por William H. Bonney– vivió siempre al límite: mató a su primer hombre a los 15 años y fue conocido por su carácter vividor y mujeriego. 

    Junto con su banda –sobre todo con sus inseparables amigos Tommy O'Folliard, de origen irlandés igual que él, y Charlie Bowdre– llegó a asesinar a más de una decena de personas durante su errabunda vida por las desérticas praderas de Nuevo México. Finalmente fue su antiguo compañero de juergas Pat Garrett, entonces ya Sheriff de Lincoln, quien lo abatió a tiros en Fort Sumner, su pueblo preferido cerca de la frontera de Texas, el 14 de julio de 1881. Billy el Niño tenía sólo veintiún años. 

    Hasta aquí la leyenda. Y como tal, no han faltado muescas en ella, sobre todo desde que allá por los años cincuenta del siglo pasado un tal Brushy Hill Roberts afirmara que él era el verdadero Billy el Niño, y que el enterrado en Fort Sumner era un impostor. Así hasta que en 2004 el actual sheriff de Lincoln, molesto por ciertas habladurías que habían vuelto a venir desde el vecino estado de Texas, decidió comenzar una investigación para demostrar que efectivamente quien está enterrado en Fort Sumner es el joven pistolero. La francesa Anne Feinsilber leyó la noticia en el New York Times y tanto le apasionó que decidió viajar hasta Nuevo México para filmar su debut cinematográfico con este documental. 

    Si el tema ya de por sí es atractivo, el resultado final es de una gran originalidad. Feinsilber narra la historia del forajido, de cómo llegó procedente del Este y comenzó a trabajar en el rancho de Tunstall, y de cómo se inició en el crimen para vengar el asesinato de su patrón antes de su postrera rivalidad con Garrett. Pero Feinsilber se revela sobre todo como una gran narradora, al “crear” una lograda ficción con un insólito hilo argumental: el diálogo imaginario entre ella misma y el difunto Billy el Niño. 

    Esta audacia se acompaña con “recreaciones” actuales de algunos hechos, como la denominada Guerra de Lincoln, con entrevistas con los distintos sheriffs y gentes de la zona –auténticos cowboys del siglo XXI– y con las imágenes de viejas fotografías de la época. Y también se ofrecen varias escenas de las películas El zurdo, de Arthur Penn, y Pat Garrett y Billy the Kid, de Sam Peckinpah, con comentarios del actor Kris Kristofferson y del guionista Rudy Wurlitzer. 

    El documental también establece una interesante conexión con el actual y controvertido debate sobre las armas de fuego, en las referencias a la “normalidad”, e incluso “necesidad”, de su utilización en el sur de los Estados Unidos. Todo sirve para mitificar aún más a Billy e incluso para hacer notar que quizá no era tan malvado como se cree, ni Garrett tan decente, más bien al contrario. A la postre, que la investigación que impulsó el proyecto no llegara a término es lo menos. Estamos ante un ejemplo fiel de la enseñanza fordiana ofrecida en El hombre que mató a Liberty Valance: “Cuando los hechos se convierten en leyenda, imprime la leyenda”. 

    Que la directora se siente fascinada por los westerns, se aprecia enormemente por el tono poético, casi elegíaco de la película, muy bien acompañado por los evocadores punteos de guitarra a lo Ry Cooder y por los bellos planos de las praderas de Nuevo México. Feinsilber incluso se atreve a hacer un directo paralelismo entre las vidas del poeta Arthur Rimbaud y Billy el Niño, ambos rebeldes, precoces y contemporáneos. De cualquier forma, la directora sugiere que la muerte de Billy el Niño vino a coincidir con el final de una época mítica del oeste americano, la época de la frontera, la época de la libertad y de los pioneros, la época en que “cualquier hombre con un revólver podía hacer justicia”. Este documental atípico, con mucho de meditación, interesará a los incondicionales del western y de la historia y mitos del Oeste norteamericano. (decine 21 / Almudí AG-ER)