Al anochecer del día siguiente, les llevan hasta la cercana iglesia de Pallerols. Al lado hay una casa vacía y en un lugar pequeño, que parece un horno de pan. Se acuestan en el fondo de ese horno, sobre un poco de paja. Todos duermen profundamente porque están muy cansados. Pero el Padre está muy preocupado y no puede descansar. Don Josemaría se pregunta con frecuencia:
—¿Debo seguir adelante o quedarme? ¿Qué será de mis hijos que permanecen en Madrid?
Entonces acude a la Santísima Virgen y hace algo que nunca había hecho:
—Madre mía, no sé qué hacer ¡Ayúdame! Si quieres que siga adelante dame una señal clara.
Aún es temprano cuando el Padre pasa al pequeño templo vacío. Todo ha sido quemado. De pronto, descubre una rosa de madera dorada.
La rosa se ha salvado del fuego. El Padre está convencido de que es la respuesta de la Virgen a su oración. El Padre vuelve al lado de sus hijos. Regresa feliz con la rosa de madera apretada entre sus manos.
Si quieres saber más busca la página siguiente: Caminatas
Información de contacto:
Correo electrónico: [email protected]
La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político |
La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata |
La Asunción de María |
La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios |
La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia |
El problema de la prohibición en la ética |
Legalidad y legitimidad |
Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana |
Aprender a amar: amor y libertad |
Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo |
Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco |
La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios |
El hombre como relación a Dios según Kierkegaard |
El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino |
La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales |