Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • No bajar la guardia frente a la droga

Noticias antiguas

No bajar la guardia frente a la droga

  • Imprimir
  • PDF
Todo un reto para la familia y la sociedad, antes que para políticos y funcionarios

ReligionConfidencial.com

Se han puesto de moda los Observatorios oficiales de la vida social, como si no fuese suficiente, al menos en España, el laborioso y eficaz Instituto de Estadística. Esos organismos justifican su existencia con informes periódicos que, con frecuencia, se limitan a describir la extensión de los fenómenos, sin proponer medidas prácticas para erradicar posibles males.

Algo de esto sentía al leer la última información del Observatorio francés de drogas y toxicomanías. Detecta el actual boom de la cocaína, junto con la trivialización del cannabis, que comenzó a triunfar en los noventa. Cada vez saben más sobre el uso y abuso de los Almudi.org - estupefacientes, sobre el gran narcotráfico y los caballos del menudeo.

La triste realidad es que aumenta el número de consumidores y su diversidad: alcanza a personas de todas las clases sociales. No es ya signo de rebelión contra el sistema por parte de gente más o menos excluida o marginal. Sino una forma de entender y adaptarse a la sociedad actual: fumar marihuana es para tantos una auténtica rutina, apenas distinta de la clásica adicción al tabaco. Ambas comienzan en torno a los quince años. Y pronto aparecen esos rasgos del fumador compulsivo, tan fáciles de observar ahora en el portal de edificios de oficinas...

Si el cannabis se banaliza, la cocaína no le va a la zaga, con su imagen festiva y lúdica. Como si no dejasen heridas psíquicas de difícil recuperación. Aunque el miedo al daño –ni siquiera al de la sobredosis parece servir para superar las adicciones. Los remedios enlazan con la necesidad de esos valores fuertes que también comienzan a añorarse en foros económicos de máximo nivel como el de Davos. Sin ideas ni ideales, el pensamiento débil lleva necesariamente a la ética sin dolor tan bien descrita hace años en El crepúsculo del deber de Gilles Lipovetsky. Todo un reto para la familia y la sociedad, antes que para políticos y funcionarios.

Porque el riesgo de las administraciones públicas es que vean en las drogas una nueva fuente de ingresos para sus maltrechas finanzas. Hasta ahora los partidarios acentuaban más bien posibles efectos terapéuticos de algunas substancias prohibidas. Pero parece que en California, Estado siempre ávido de novedades, se plantean convocar un referéndum para permitir el consumo libre de la marihuana: calculan recaudar en torno a los mil millones de dólares en impuestos. Los promotores de la iniciativa, como Marijuana Policy Project, argumentan que es menos dañina que el alcohol o el tabaco, que mucha gente apoya la legalización y, sobre todo, puede ser una nueva fuente de ingresos.

Coincide con señales permisivas que vienen de la Administración Obama: el Fiscal General parece decidido a no perseguir a quienes consuman marihuana por motivos médicos fuera de los 14 Estados en que está ya autorizada. En el ámbito federal, el cultivo, posesión y consumo sigue siendo delictivo. Desde luego, no quieren saber nada de todo esto jueces, policías, médicos ni militantes pro familia. Aparte del problema en sí, consideran que aumentará la violencia en escuelas y universidades, así como los accidentes de tráfico.

No se reconoce que las experiencias tipo Ámsterdam han sido desastrosas, y el Gobierno holandés trata de reconducirlas. Las drogas reflejan el malestar de la cultura. Son a la vez fruto y causa de la confusión ética y de la desintegración social. Al cabo, está en juego el descubrimiento o redescubrimiento de la dignidad humana, dentro de los grandes proyectos educativos que corresponden a padres y maestros.

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
  • La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis IV
    Mª Dolores Odero
  • La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis III
    Mª Dolores Odero
  • La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis II
    Mª Dolores Odero
  • La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis I
    Mª Dolores Odero
  • En torno a la ideología de género
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad