Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • La privatización del aborto

Noticias antiguas

La privatización del aborto

  • Imprimir
  • PDF
La mujer sabe que en su vientre hay un “alguien”

Arvo.net

La nueva ley del aborto ha cobrado actualidad por el recurso de inconstitucionalidad que contra ella ha planteado el Partido Popular, junto con la promesa de derogarla cuando llegue al poder. Pocos días antes había dado que hablar también la llamada “ley de plazos”, debido a la decisión adoptada por la ministra de sanidad de que, en el caso de adolescentes que deseen Almudi.org - Francisco de Borja Santamaríaabortar, sean los médicos quienes resuelvan si las interesadas pueden hacerlo o no sin el consentimiento de sus padres.

Sobre la polémica ley que regula el aborto libre han corrido ríos de tinta. Por mi parte, sólo deseo señalar un aspecto que no sólo concierne a la ley, sino también a la amplia aceptación de que goza el aborto en la sociedad. Tal como yo lo entiendo, tal aceptación se debe a la consideración del aborto como una decisión de la exclusiva incumbencia de la mujer.

Obviamente, en la base de semejante legitimación opera una completa “privatización” de la cuestión: si la decisión de una mujer que se encuentra ante la tesitura de proseguir un embarazo no deseado es soberana, sin que cuente para nada, desde el punto de vista de la justicia y de la ley, la otra parte —el niño concebido—, estamos abordando la cuestión del aborto como una cuestión exclusivamente privada.

Si la voluntad de una mujer es completamente soberana para abortar, sin que el “nasciturus” —en terminología del Tribunal Constitucional— cuente para nada, es que la acción de abortar la estamos equiparando al tipo de acciones que sólo concierne a quien la realiza, como puede ser estudiar tal o cual carrera, residir en uno u otro sitio, casarse o no casarse, etcétera; es decir, acciones en las que nadie puede legítimamente reclamarle al que actúa que lo haga de otro modo.

En la privatización de la cuestión del aborto muy posiblemente influya una comprensible compasión ante una medida que tiene mucho de traumática para la mujer. Pero es precisamente la carga dramática de la decisión lo que manifiesta que no nos encontramos ante una cuestión “privada”.

Si abortar consistiera simplemente extraerse un objeto extraño, una masa informe de células o algo de ese tipo, la decisión no tendría nada de traumática y, efectivamente, sería un asunto completamente privado.

Pero si nos podemos compadecer ante una mujer que no desea proseguir con su embarazo, lógicamente es porque esa mujer sabe que lo que hay en su cuerpo es algo más que unas cuantas células o un mero proyecto de vida; o, sabe, por lo menos que lo que tiene dentro de sí es algo de enorme valor. La mujer sabe, de modo más o menos confuso, que en su vientre hay un “alguien”.

Abordar la cuestión como un asunto privado es, entonces, un contrasentido; más o menos comprensible en la mujer que desea abortar y fatal para una civilización que renuncia a guiarse por razones de justicia, es decir, por ese tipo de razones con que han de abordarse los asuntos que conciernen a más de una persona.

Enlace relacionado:

" target=_blank>¿Hasta cuándo? Un día de luto por el aborto, 365 días de esperanza

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • EL VALOR DE LA AMISTAD EN LA VIDA DEL HOMBRE La libertad de ser uno mismo con el otro
    Melisa Brioso, Blanca Llamas, Teresa Ozcáriz, Arantxa Pérez-Miranda Alejandra Serrano
  • La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
    Javier Morales Hernández
  • El deseo en la cultura de la seducción
    Manuel Cruz Ortiz de Landázuri
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
  • El problema de la prohibición en la ética
    Roberto Gutiérrez Laboy
  • Legalidad y legitimidad
    Luis Legaz Lacambra
  • Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana
    Bernardo Estrada
  • Aprender a amar: amor y libertad
    Teresa Cid
  • Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo
    Ignacio Andereggen
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad