Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • Eneas y la eutanasia

Eneas y la eutanasia

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Javier Segura
Publicado: 02 Marzo 2021

El mito de Eneas aporta las claves de la vida. Salió con su padre y su hijo y, en ellos, preserva sus raíces y cuida el futuro

Eneas, el héroe legendario griego que protagoniza ‘La Eneida’ de Virgilio, ha de salir rápido de Troya que está en llamas. Así se lo aconseja la diosa Venus. Pero el héroe no quiere emprender la huida sin llevarse lo más importante: toma de la mano a su hijo Ascanio, un niño, y carga a hombros a su padre Anquises, que por su ancianidad ya no puede casi caminar y puede perecer en el incendio.

La Conferencia Episcopal Española ha publicado el documento ‘La vida es un don, la eutanasia un fracaso’, en el que denuncia la propuesta de ley de la eutanasia. Pero pocas voces más se han oído ante esta nueva línea roja que ha cruzado nuestra sociedad.

La ley de eutanasia es radicalmente injusta por
el criterio que establece en torno al valor de la vida

Llevo dándole vueltas al tema de la eutanasia y, por mucho que se vista de una supuesta ‘piedad’, estoy convencido de que se trata de una ley radicalmente injusta y de unas consecuencias imprevisibles, no solo por el número de vidas con las que acabe, sino por el criterio que establece en la sociedad en torno al valor de la vida y las relaciones entre nosotros.

En el punto quinto afirman los obispos que ‘al otorgar este supuesto derecho, la persona, que se experimenta como una carga para la familia y un peso social, se siente condicionada a pedir la muerte cuando una ley la presiona en esa dirección’. 

¿Hay algo más injusto que hacerle sentirse culpable a la persona que, precisamente, necesita de nuestra ayuda? ¿No nos damos cuenta de lo que puede suponer para una persona que sea dependiente y anciana, que se siente muchas veces una carga, que el Estado y la sociedad le diga que hay una ‘solución’ y que está en sus manos? Que acabando con su vida les quita un problema a sus hijos. Que su propia muerte es un ‘acto de amor’ a sus seres queridos.

Una sociedad que no cultiva el amor y veneración por sus ancianos, es una sociedad perdida. Es verdad que en algunas ocasiones hay un sufrimiento que saca lo mejor de nosotros, que convierte en auténticos héroes a los cuidadores y familiares de ese anciano o de esa persona en situación límite. Es verdad que Eneas ha de cargar con su padre, y que la carga pesa.

Quien arroja como una carga a los más débiles,
caminará más “rápido” pero
lo hará hacia su propia destrucción

Pero la historia de Eneas, como todo mito, nos aporta las claves de la vida. Eneas salvó lo más sagrado. Salió con su padre a las espaldas y con su hijo de la mano. Frente al presentismo y la mirada egoísta, toma a su padre y a su hijo. Salva a los más débiles. Y, en ellos, preserva sus raíces e historia, cuida el futuro.

El camino que ha construido nuestra civilización es el de la piedad de Eneas. Quien arroja como una carga a los más débiles, es verdad que caminará más rápido, que podrá correr incluso, pero lo hará hacia su propia destrucción.

Los cinco meses pasados con mi amigo y hermano Manuel en cuidados paliativos, el amor manifestado día y noche por su mujer, la oración y cariño que les han sostenido en estos siete años de lucha contra el cáncer, me dan la certeza de que éste es el único camino que nos hace verdaderamente humanos: el de cuidarnos unos a otros, el de curarnos las heridas, el de proteger la vida.

Esto es lo que nos recuerdan hoy nuestros pastores en esta carta. Que Eneas ha de cargar de nuevo con su anciano padre.

Y llevar a su hijo de la mano. 

Que la última palabra no ha de ser la de la muerte −eutanasia− sino la del amor.

Javier Segura, en omnesmag.com

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad