Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • El minuto de gloria de los cobardes

El minuto de gloria de los cobardes

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por María José Atienza Amores
Publicado: 09 Abril 2021

La Pascua pone de relieve la insondable magnitud del amor divino manifestado en el perdón: Dios resucita para los cobardes que le negaron

Uno lee los evangelios correspondientes a las misas de los primeros días de Pascua y no puede menos que pensar de los Apóstoles “menuda pandilla de cobardes eran estos tipos”; escondidos, asustados, con temor… Son frases que se van repitiendo en los pasajes de estas jornadas. Y lo más chocante es que Jesucristo, pudiendo hacerlo, no los cambió por otros para hacer posible su Iglesia. Cualquier entrenador de un equipo de regional hubiera mandado a éstos al banquillo, por inútiles, y habría sacado un reemplazo cuando era el momento de ampliar las miras, llevar la Iglesia a todo el mundo y sufrir, en carne propia, por Cristo.

Exceptuando a las Santas Mujeres, que les dan un repaso de fortaleza a los discípulos bastante notable, incluso a Juan, que había aguantado hasta el final, lo vemos ahora algo amedrentado… En resumen, podemos decir que los relatos de estos días de pascua son “el minuto de gloria de los cobardes”. Y no sabes, Señor, qué alivio.

No tengo muy claro qué hubiéramos hecho cada uno de nosotros si nos hubiéramos encontrado en el pellejo de los Apóstoles. Quizás hubiéramos bravuconeado como Pedro para salir corriendo ante la acusación de una vieja cotilla, o hubiéramos sido otros hijos del trueno, juzgando a los demás y “ordenando” su ejecución por la divinidad, o quizás más callados, menos cercanos, como Nicodemo, pero con la valentía de dar la cara cuando todos se escudan en la noche.

Pues bien, aun así, la resurrección también va por los cobardes, o incluso va “más” por los cobardes, los realistas, los “si no veo, no creo”, por nosotros…

Los evangelios de estos días de Pascua son algo paradójicos. ¿Por qué recordar estas miserias de nuestra vida en unas jornadas gloriosas? Podían haberse centrado los textos en la parte instagramera de la historia: apariciones, paseos sobre las aguas… Y no lo hacen. Los relatos de estos días de alegría, de aleluya, nos recuerdan que sólo Dios puede juzgar los corazones, las historias, la vida cristiana de los demás; traen al frente la realidad de que, aunque creemos que somos “del equipo de los buenos”, también negamos al Señor, a veces incluso, por arrogarnos la potestad divina pidiendo que “baje fuego del cielo” en su nombre para eliminar “a ésos que no son tan buenos como nosotros”.

La Pascua pone de relieve la insondable magnitud del amor divino manifestado en el perdón. La lógica de Dios es esta, de principio a fin: Cristo muere como víctima expiatoria por nuestros pecados, y esto nos asombra; pero es más asombroso que, aun después de constatar que no estamos a la altura, por mucho que nos lo creamos o lo pregonemos, sigue confiando en nosotros y nuestra libre respuesta a esa llamada es la que cambia el curso de la Historia.

Dios que nos creó sin nosotros no nos salvará sin nosotros, a pesar de los pesares. También esto forma parte de la gran alegría de la Pascua: la certeza de que también resucitaremos los cobardes.

María José Atienza Amores, en omnesmag.com

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo
    Ignacio Andereggen
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad