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Uno no se casa con una persona

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Escrito por José María Contreras Luzón
Publicado: 12 Marzo 2025

No es difícil que personas que han fracasado en su matrimonio, le echen la culpa del fracaso a su familia política, a la influencia negativa que han tenido en el otro. Ante esto, se me podrá preguntar qué se debe hacer

Cuando se empieza a salir con una persona, uno no es consciente de que, si esa relación se consolida, la familia del otro va a tener una gran importancia en su vida. Muchas personas con años de matrimonio, cuando les preguntas, te suelen decir que uno no se casa con una persona, sino con una familia. Contestación que si bien no es exacta, tiene mucho de verdad, en el sentido de la influencia que puede tener la familia de la pareja en la relación.

No es difícil que personas que han fracasado en su matrimonio, le echen la culpa del fracaso a su familia política, a la influencia negativa que han tenido en el otro. Ante esto, se me podrá preguntar qué se debe hacer.

En primer lugar, se debe de considerar la autonomía que tiene la otra persona respecto a sus padres. Es decir, si sabe vivir sin sus padres. Esto que puede parecer una cosa sin importancia, no lo es. Hay personas, de edad lo suficientemente avanzada como para vivir de una manera autónoma y llevar una relación madura que, literalmente, no saben vivir sin la influencia de sus padres. Le tienen que consultar todo, no saben tomar decisiones por su cuenta si no reciben la aprobación de sus padres, o de sus hermanos.

A la hora de la verdad, en vez de consensuar las cosas con su pareja, consultan primeramente a alguien de su familia. El consiguiente «¿yo qué pinto aquí?» Aparecerá en la cabeza de él o ella con un perfil que produce desencanto y acarrea la suficiente fuerza como para poder empezar a desunir.

También sería bueno conocer los valores que tienen los padres, especialmente los referentes a las cosas más vitales de la vida: los hijos, la educación, la religión, el compromiso en una relación, etc. De esa forma podemos saber cuándo las cosas vengan mal dadas, que seguro que vendrán -en la vida hay tiempo para todo-, qué tipo de consejos y de razonamientos le van a dar a su hijo. Si van a unir, o por el contrario, van a desunir.

Todo esto que estoy diciendo, cuando lo lea una chica o un chico que han empezado a salir hace poco tiempo, puede parecerles muy exagerado, pero no lo es. Según los estudios sobre separaciones matrimoniales, la familia política aparece en un alto número de casos. No debería extrañarnos, cualquier persona de quien más influencia recibe en la vida es de las personas que lo quieren.

Las primeras influencias que se reciben son de los padres y tienden a permanecer.

El hombre escucha con atención, aunque algunas veces no lo parezca, los consejos de aquellos que sabe que le quieren, y conociendo a estos, se sabe bastante de esa persona, de sus valores, del arraigo que tienen estos en su vida, de cómo ha sido educado.

Todas estas cosas son vitales para saber cómo se va a enfrentar a una vida, que eso es en definitiva lo que se pretende conocer en un noviazgo: las armas que tiene el otro para enfrentarse a las dificultades, pruebas y alegrías en que nos pone la existencia. También se podría conocer, viéndolo desde otro punto de vista, como nos va a tratar a nosotros en un futuro.

Viendo como trata a las personas que quiere, o sea, a su familia, nos podemos hacer una idea de cómo puede tratarnos a nosotros.

José María Contreras Luzón en eldebate.com

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