La página web del Opus Dei inicia una serie de vídeos en la que jóvenes de diversos países narran cómo viven la fe en su vida ordinaria. En el clip de introducción, algunos explican con pocas palabras qué es para ellos la fe
¿Qué es la fe?
La fe para mí es fuerza que me hace ir adelante.
Es encontrar un camino en la vida, y hacer que cada cosa sea bella, y tener así una razón para vivir.
La fe es la esencia para el cristiano. Sin la fe, pienso, no somos nadie.
Tener fe es creer en Dios y abandonarme en sus manos.
Es creer sin condiciones, entregarse y confiar plenamente en Él.
La fe es un regalo que me da la fuerza para perseverar en mi búsqueda de la verdad, el bien y la belleza en todas las cosas.
La fe es la cosa más importante de nuestra vida.
Es aceptar a Dios en nuestra vida y, poco a poco, hacernos amigos suyos, quererlo.
Es como una luz que me guía y me enseña cómo llegar al Cielo, que es como el sol. La fe es como una luz que va al sol, una luz que me lleva a su fuente: el Cielo.
Te da un objetivo en la vida.
Es encontrar la sonrisa de Dios en las cosas de todos los días.
Es una fuerza que cambia mi vida y me convierte en una persona nueva a diario.
La fe da un sentido a mis actividades ordinarias.
Es un rayo de esperanza que sabes que nunca se apagará.
Es confiar en Dios y no sólo en la razón del hombre.
Tener fe es hablar con Dios, y orientar tu vida hacia Él. De ese modo, aunque tengas dificultades y problemas, nunca dejas de caminar hacia delante.
Y esto te transforma, estás más contenta, estás feliz, te sientes querida.
La fe me ayuda a hacer mejor lo que ya hago. No sólo lo que los otros pueden ver, sino también los detalles pequeños que normalmente no se notan.
La fe nos permite seguir viviendo día a día con más fuerza, ayudar a los demás y, por tanto, conseguir que los demás sean felices como nosotros. La fe nos permite regocijarnos con Él.
«Que este Año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues sólo en Él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero». Benedicto XVI, Porta Fidei.
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