Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • ¿Qué valores buscamos?

Noticias antiguas

¿Qué valores buscamos?

  • Imprimir
  • PDF
Es duro que ni el valor de la vida sea admitido en todos los casos

Levante-Emv

Se dice y se escribe mucho sobre la necesidad de buscar valores y formarse en ellos, pero no tengo ninguna seguridad de que todos pensemos en lo mismo al realizar esta afirmación.

Basta fijar la atención en algunos temas de actualidad, por ejemplo, el de los chavales de Extremadura estimulados a la práctica de la masturbación, otra comunidad autónoma Almudi.org - Pablo Cabellos Llorenteanimando al aborto, leyes que desvirtúan en un minuto la familia existente desde que el mundo es mundo, embriones humanos utilizados legalmente como material de investigación, sobornos propiciados por la propia dinámica de nuestro vivir, etc., etc.

Es obvio que todos los temas citados constituyen un valor para algunas o muchas personas. Es duro que ni el valor de la vida sea admitido en todos los casos cuando se está propiciando el contravalor del derecho al aborto, entendido por una buena parte de nuestro cuerpo legislativo como un bien, puesto que sería absurdo considerarlo un mal y legislarlo así.

Ha habido dos filósofos que han trabajado mucho este asunto, aunque viene desde la filosofía griega. Me refiero a Max Scheler y a Von Hildebrand. El primero, alejándose de otras teorías, busca una axiología pura: nos hallamos frente a un cosmos de valores que no producimos, sino que tenemos que reconocer y descubrir.

Les atribuye estas características: su ser no es el real ni el ideal, sino el ser valiosos; los valores son objetivos, es decir que se mantienen más allá de nuestra apreciación; se presentan siempre frente a un aspecto negativo: belleza-fealdad; son independientes de la cantidad; puede establecerse una jerarquía entre ellos.

Von Hildebrand hizo hincapié en que los valores más elevados de todos los naturales son los morales. Por tanto, están por encima de cualquier estado de ánimo o legislación. Estos valores pertenecen a la persona, en la que, mucho más allá de sus realizaciones culturales, destaca la irradiación de valores morales: honestidad, limpieza, veracidad, amabilidad, lealtad, coherencia, etc.

Es la misma persona quien ha de cooperar a su realización, que solamente los hará posibles mediante la entrega de sí a esos valores. Cuando nos encontramos frente a un valor, no debemos regirnos por el arbitrio del gusto, sino por la respuesta adecuada al valor descubierto. Así, sólo quien comprende que hay cosas buenas y bellas en sí mismas, es capaz de realizar personalmente los valores morales.

Claro que esto acampa muy lejos de esa pretendida progresía o modernidad, cuya única razón es que esos verdaderos valores son del que se halla anclado en el pasado. Verdaderamente, lo viejo se constituye por muchas de las cosas pregonadas como nuevas, como el aborto o lo de Extremadura. La castidad es un valor que lleva a amar de veras y la vida humana es un intocable, el primer derecho del concebido. Nadie tiene derecho a la vida de otro, ni a conducir a los demás por la senda de la descomposición personal y social.

Sólo la reverencia a la persona y a la naturaleza hace percibir y vivir los auténticos valores que, en el fondo, están en aquellas cuatro virtudes aristotélicas, perfecta síntesis de las virtudes humanas: prudencia, justicia, fortaleza y templanza, que encierran tantas actitudes buenas: humildad, piedad, voluntad fuerte, deliberación, consejo, veracidad, lealtad, sobriedad, castidad. Es difícil amar a nadie sin estas virtudes.

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
    Javier Morales Hernández
  • El deseo en la cultura de la seducción
    Manuel Cruz Ortiz de Landázuri
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
  • El problema de la prohibición en la ética
    Roberto Gutiérrez Laboy
  • Legalidad y legitimidad
    Luis Legaz Lacambra
  • Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana
    Bernardo Estrada
  • Aprender a amar: amor y libertad
    Teresa Cid
  • Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo
    Ignacio Andereggen
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad