Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • Poner ilusión

Poner ilusión

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Leopoldo Abadía
Publicado: 18 Mayo 2017

Hay que dejar de ser cenizo, triste y negativo, porque con ese tipo de gente es metafísicamente imposible hacer nada animante, alegre y positivo

Hace tiempo, en el AVE, pusieron una película. Tomé nota del título. O quizá fue algo que dijo uno de los protagonistas. No me acuerdo. Hoy encuentro el apunte:

“Aquí acaba el mundo. ¿O hay algo más?”

Hablando del mundo: me encuentro con un amigo. Está enfadado con el mundo, y dice que “no hay derecho”. Esta actitud le convierte en una persona amargada, porque, tal y como están las cosas, arreglarlas del todo es una tarea imposible.

Tal y como están las cosas, tal y cómo estaban, tal y como estarán. Porque hace falta ser muy incauto para creerse que lo que pasa ahora no ha pasado nunca. Y más incauto creer que enfadarse sirve para algo, excepto para ahondar en la úlcera de estómago que te detectaron en la última revisión.

Por cierto, hace poco me hice una revisión. Cuando se lo dije a ese amigo, me riñó: “¡No vayas! ¡Siempre encuentran algo!” Fui, me revisaron a fondo… y no encontraron nada. No me he atrevido a contárselo a mi amigo, por si me pega bronca.

La contestación a la pregunta de la película del AVE, es, sin ninguna duda: “el mundo no se acaba aquí. Sí, hay algo más”.

Lo que pasa es que hay que dejar de ser cenizo, triste y negativo, porque con ese tipo de gente es metafísicamente imposible hacer nada animante, alegre y positivo.

Ya sé que las cosas están difíciles, pero eso no nos autoriza a “cerrar la tienda”, tentación que, en teoría, solo sufren los viejos y en la práctica, los no tan viejos. Dicen que el saber ocupa lugar y que ya no les cabe más. O que han visto tantas cosas que están seguros de que ya no hay nada nuevo. No quieren saber nada, según dicen.

Digo “según dicen”, porque cuando ven algo malo, da la impresión de que se alegran. Si el que lo ha hecho es joven, lo achacan a “la juventud”. Si es viejo, dicen que “parece mentira” y si la actuación de una persona ha sido limpia, sonríen mostrando un colmillo retorcido y dicen: “por ahora. Ya sé verá más adelante”.

Pues eso. Que esta época y la de antes y la de después necesitan gente que estén dispuestos a ser jóvenes “de los buenos”, de los que se ilusionan por las cosas, de los que dicen que el mundo no se acaba, ni aquí, ahora, ni después, por aquello de “un nuevo cielo y una nueva tierra”, del Apocalipsis.

Entre paréntesis. No me gusta hablar de los “corruptos”, como si fuese un estado fijo y definitivo. Prefiero pensar que alguien ha hecho mal una cosa o muchas cosas. Me parece que llamarle “corrupto” es ponerle una etiqueta, condenándole a la imposibilidad de arreglar su vida, o sea, de comenzar y recomenzar. Y esa posibilidad la tenemos todos, gracias a Dios. Y bastantes la aprovechan, aunque no me atreva a decírselo a mi amigo.

Por lo de la bronca.

Leopoldo Abadía, en lavanguardia.com.

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad