Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • ¿Puede algo bueno provenir de algo malo?

¿Puede algo bueno provenir de algo malo?

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Øyvind Johnsen
Publicado: 03 Junio 2021

Para hacer algo bueno, primero debo liberarme del mal

 Bueno o malo

Independiente de la religión, su fe o credo, el objetivo de una persona es – probablemente promover algo que es bueno, que brinda libertad, alegría, paz, prosperidad y progreso, que ayuda en la cimentación de una mejor comunidad, crea mejores personas y construye buenas relaciones entre las personas y naciones.

Sin embargo, si quiero crear algo bueno debo, en primer lugar, ser liberado de todo aquello que se opone al bien, el mal. Y para vencer el mal de este mundo debo, en primer lugar, vencer el mal en mí mismo.

Una buena fuente o una mala

Todo lo bueno en este mundo tiene su origen en una buena fuente, y todo lo malo en una fuente mala. "Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo." Dice el apóstol Pablo en Rm 7, 18. Y eso por ello el evangelio que el cristianismo proclama es la cruz sobre esta carne, que es una fuente del maldad. Ga 5, 24. El bien promueve desarrollo, prosperidad y creatividad, el mal en cambio causa estancamiento, aislamiento, espanto y pasividad.

"No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos." Mt 7, 18. "Por sus frutos los conoceréis." Versículo 16. El mensaje celestial con el cual vino Jesús, transforma todo árbol malo en bueno. Los buenos frutos vienen porque el árbol ha recibido conexión con una buena fuente, de donde extrae la savia y alimento. La buena fuente es la Palabra de Dios y el Espíritu Santo.

Efectos positivos o negativos

"Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas." Dice el apóstol Pablo en Col 3, 19. Podemos preguntar: ¿Qué efectos positivos tienen las palabras dichas con ira y amargura en el matrimonio o en cualquier otra relación? Las palabras ásperas crean una atmósfera sombría y opresiva, nada bueno, y mucho menos aportan una solución al problema. La causa de los problemas es porque uno todavía no ha sido liberado del mal.

Al reconocer la verdad, descubrimos que son nuestros propios deseos y exigencias que nos obstaculizan. Cuando uno es libre del amor propio, ¡recibe parte en este amor que es una fuerza positiva que derrite corazones congelados, derriba muros, une a los que están separados, construye relaciones e inspira confianza y seguridad! Por lo tanto: ¡Haz crecer lo positivo! ¡Haz crecer todo lo que es bueno!

La lengua como una herramienta

"La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos." Pr 18, 21. Con la lengua puedes matar la alegría y la paz, así como la duda y desconfianza, y con la lengua puedes crear una buena atmósfera, un buen ambiente de trabajo, crear esperanza y fe, dar ánimo y apoyo, crear confianza y seguridad. Todas las personas tienen que comer (vivir con) de los frutos (consecuencias) de sus palabras.

Las represalias y la venganza

Pablo escribe en Rm 12, 17.21: "No paguéis a nadie mal por mal ¡procurad lo bueno delante de todos los hombres!… No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Las represalias y la venganza entre los hombres jamás han producido algo bueno en este mundo. La venganza es del Señor. Este es Su asunto, Su área. Por esta razón, vale la pena no dar lugar a esto en nuestros pensamientos, y mucho menos expresar algún sentimiento de castigo o venganza sobre otra persona, independiente de lo que haya hecho. Mejor es pensar en lo que ha uno se le ha perdonado y que Jesús, el Hijo de Dios, "ha dado su vida en propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." 1Jn 2, 2.

"Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama." Lc 7, 47.

¡Así pues, no puedes lograr nada bueno por medio del mal!

Øyvind Johnsen, en cristianismoactivo.org/

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • EL VALOR DE LA AMISTAD EN LA VIDA DEL HOMBRE La libertad de ser uno mismo con el otro
    Melisa Brioso, Blanca Llamas, Teresa Ozcáriz, Arantxa Pérez-Miranda Alejandra Serrano
  • La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
    Javier Morales Hernández
  • El deseo en la cultura de la seducción
    Manuel Cruz Ortiz de Landázuri
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
  • El problema de la prohibición en la ética
    Roberto Gutiérrez Laboy
  • Legalidad y legitimidad
    Luis Legaz Lacambra
  • Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana
    Bernardo Estrada
  • Aprender a amar: amor y libertad
    Teresa Cid
  • Cristo hombre perfecto. Naturaleza y gracia en la Persona Divina de Cristo
    Ignacio Andereggen
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad