Tienes que decidir cuál es tu máxima prioridad y tener el coraje de decir “no” a otras cosas (Stephen Covey)
Cuentan que cierto día salieron a pasear juntas la Ciencia, la Fortuna, la Resignación y la Integridad. Mientras caminaban dijo la Ciencia:
─Amigas mías, pudiera darse el caso de que nos separáramos unas de otras y sería bueno determinar un lugar donde pudiéramos encontrarnos de nuevo. A mí, podréis encontrarme siempre en la biblioteca de aquel sabio Dr. X, a quien, como sabéis, siempre acompaño.
─En cuanto a mí −expresó la Fortuna− me hallaréis en casa de ese millonario cuyo palacio está en el centro de la ciudad.
─A mí −dijo la Resignación− podréis encontrarme en la pobre y triste choza de aquel buen viejecillo a quien con tanta frecuencia veo y que tanto ha sufrido en la vida.
La Integridad, sin embargo, no abría la boca. Por eso sus compañeras le preguntaron:
─Y a ti, ¿dónde te encontraremos?
La Integridad, bajando tristemente la cabeza, respondió:
─ A mí, quien una vez me pierde jamás vuelve a encontrarme.
En estos tiempos en que los medios de comunicación nos tienen acostumbrados a casos y casos de corrupción nos hemos habituado tanto a encontrar estas noticias que parece que engañar, defraudar a Hacienda, robar, malversar fondos, cobrar comisiones ilegales, no está mal, sino que lo que lo que está mal es que te pillen… ¿¡!?
Cada vez estamos más inmersos en una sociedad donde está poco claro lo que está bien y lo que está mal y donde los principios éticos y morales son cada vez más difusos.
La integridad es la firme adhesión a un código o a un sistema de valores. La palabra integridad se deriva del latín integer, que significa íntegro. Integridad es la capacidad de obrar con rectitud y limpieza. Significa actuar en todo momento bajo un compromiso personal con la honestidad, la franqueza y la justicia, es decir, vivir de acuerdo con los principios personales y morales.
Y aplicar la caridad poniendo en práctica el consejo de Stephen Covey: Uno de los modos más importantes de poner de manifiesto la integridad consiste en ser leales con quienes no están presentes. De esa manera construimos la confianza de los que sí lo están. Cuando uno defiende a quienes están ausentes, retiene la confianza de los presentes.
La integridad es uno de los valores fundamentales para transmitir confianza a los demás. Tener un carácter intachable y convicciones firmes y absoluta fidelidad, nos convierte en personas íntegras.
¿Y si perdemos la integridad? Vuelta a empezar, porque tenemos a Alguien que perdona setenta veces siete.
Antonio Rojas
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