50º Aniversario de Romano Guardini

Ramiro Pellitero

«El hombre, cuando “conserva su alma”, es decir, cuando permanece en sí mismo y acepta como válido únicamente lo que le parece evidente a primera vista, pierde lo esencial…»

Países bálticos: las raíces de la libertad

Valentina Alazraki

La autora ha acompañado al Papa Francisco en el viaje a Letonia, Estonia y Lituania. También estuvo allí hace 25 años con Juan Pablo II

Sínodo de los jóvenes: Luz para ver, fuerza para querer

opusdei.org

Un breve vídeo que combina palabras del Papa Francisco y del prelado del Opus Dei sobre el Sínodo de los jóvenes, que se celebra en Roma

¿Por qué seguir en la Iglesia a pesar de la tormenta? Ratzinger ya lo planteó y respondió en 1970

religionenlibertad.com

Un texto de sorprendente actualidad

Fiarse de Dios

J. Diéguez

Sin Cristo, no hacemos nada. Es la enseñanza que el Maestro dio a sus discípulos en la escena de la pesca milagrosa y que se repite en nuestras vidas

¿Qué fue lo que más sorprendió a Newman sobre el catolicismo?

Jordi Soley

Una cosa es la historia de su conversión y otra la de la historia de cómo fue descubriendo lo que era su nueva casa, la Iglesia católica

Valorar los derechos humanos

Rafael María de Balbín

Identificar y proclamar los derechos del hombre es muy importante para resaltar en la coyuntura actual la dignidad de las personas humanas

Encuentro de los jóvenes con el Papa y los Padres sinodales

Francisco

Después de presentar experiencias de diversas realidades del mundo juvenil, los jóvenes presentaron una serie de preguntas al Santo Padre y a los Padres Sinodales

Recuerdos de la canonización de San Josemaría

opusdei.org

El 6 de octubre de 2002, Juan Pablo II canonizó al fundador del Opus Dei, a quien definió como “el santo de la vida ordinaria”

La fina línea que separa la heroicidad del manicomio

Sara Martín

Nuestra sociedad ha establecido la fina línea que separa la heroicidad del manicomio en el cuarto hijo, al que aún no he llegado y tampoco sé si llegaré, puesto que no está ni mucho menos en mis manos