Jesús vino a la tierra a salvarnos y enseñarnos el camino del Cielo. Nos ha llamado para que vivamos con él. A su lado aprendemos muchas cosas y estamos muy alegres.
«Cuando se ama mucho a una persona, se desean saber cosas de esa persona. Nosotros meditamos la vida de Nuestro Señor, desde que nace en un pesebre hasta que muere en la Cruz, y luego resucita. Y tenemos en la cabeza la vida del Señor como en una película. Sin necesidad de libro, en cualquier momento, cerrando los ojos, podemos contemplarle, y vivir con él, y con Santa María, su Madre, que es Madre nuestra, y con aquellas santas mujeres, y con aquellos apóstoles». (San Josemaría)
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